"Antes de quedarme paralítico, había diez mil cosas que no podía hacer, y ahora hay nueve mil. Puedo elegir entre quedarme pensando en las mil que perdí o concentrarme en las nueve mil que me quedan"
A veces ante acontecimientos percibimos que tenemos todas las puertas cerradas o que nos las cierran. Pero esto en el fondo no es del todo cierto, más bien es nuestra forma de afrontar nuestra realidad, nuestra actitud y nuestra estado de ánimo.
Siempre se dice que cuando se cierran las puertas se abren otras. Que debemos ver la botella medio llena en vez de verla medio vacía, aunque a veces esto, no es nada fácil.
Pensamos que sólo nos pasa a nosotros las cosas pero deberíamos pensar que hay gente en peores circunstancias que salen a flote. No les queda otra. Por favor, si no te convences, lee de nuevo la cita, cierra los ojos y ponte en la piel y visualiza la escena.
¿Qué ves?
¿Tu situación real es peor de lo que estás ahora imaginando con la escena?
¿Qué piensas hacer?
¿Vas a reaccionar?
Tu vales demasiado. Tu eres grande. Tu puedes conseguir lo que te propongas. Nada viene gratis. Por lo que ponte a andar y ve en busca de lo que necesitas o quieres y verás que tarde o temprano tendrás el fruto que te mereces.
Entrada Principal relacionada: Ir a #ConóceTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario