viernes, 19 de octubre de 2012

Certificaciones en las Organizaciones, ¿Inversión o Gasto?


Continuando con el artículo anterior relativo a las Certificaciones Profesionales http://gestionconocimientoti.blogspot.com.es/2012/09/las-certificaciones-profesionalesaporta.html 
nos acercamos a las Certificaciones para las Empresas...

El 17 Oct. 2012 tuvo lugar en la sede del  Ministerio de Industria, Energía y Turismo la Jornada sobre " La Certificación en el momento actual: necesidad o gasto",  organizada por la AEC (Asociación Española para la Calidad)


A lo largo de la misma y con muy interesantes ponencias se habló de las certificaciones desde el punto de vista de AENAC como entidad Acreditadora, de entidades certificadoras como TÜV Rheinland  y Bureau Veritas y de distintas empresas certificadas o en proceso de certificación.

Entre ellas quisiéramos destacar la realizada por D. Manuel del Castillo, (Fundación Emmanuel Casbarri   http://emmanuel-casbarri.org/fec300.html) por lo clarificadora con respecto al lema de la jornada  en relación a las certificaciones en el momento actual "Necesidad o Gasto".



Nos comenta Manuel del Castillo que para que podamos considerar un proceso de certificación una inversión, deberemos ser capaces de calcular un ROI, en caso contrario claramente debe considerarse un gasto del que poco o nada se espera. Y esto depende del tipo de cultura que impere en la organización.


Se puede clasificar esta cultura en tres modalidades:
  •         Cultura del Gasto
  •         Cultura del Coste
  •         Cultura del Valor
Intentaré resumir (me perdone D. Manuel, lo hago de memoria…):
En la Cultura del Gasto, es muy difícil contabilizar económicamente un posible retorno de la inversión, porque entre otras cosas, ya de entrada el proceso de certificación es considerado como un gasto, necesario tal vez para superar barreras de acceso en el mercado,  sin considerar más.
En la Cultura del Coste, es posible, considerar un cierto retorno de la inversión valorando el ahorro de tiempos que se puede conseguir en los procesos de negocio, o la disminución de errores producidos.
Pero no es, sino en la Cultura del Valor, donde realmente se puede calcualr el ROI en términos de Valor aportado por la Certificación, al negocio en sí. Entendiendo como la Certificación, la constatación última de lo aportado por el proceso a la organización.
Ejemplos  de "roi" adicionales en la cultura de valor , pueden considerarse:
  
        - Mayor confianza de cualquiera de los grupos de interés
        - Mayor fidelidad de clientes
        - Aumento de la capacidad de prescripción / recomendación de los clientes
        - Mejora de la reputación
        - Mayor compromiso de los empleados
        - Mayor compromiso de los aliados

Me permito aportar uno de las páginas de su presentación con un gráfico donde se indican estos niveles:



Desgraciadamente en un país de mayoría abrumadora de PYMEs y MicroPymes, la cultura que impera es la Cultura del Gasto, de forma que la respuesta a la situación de la Certificación en el momento actual es clara.
Deberemos ser capaces de evolucionar culturalmente en las organizaciones, para cambiar el panorama, empezando como bien dice D. Manuel, por la Dirección, por quien decide qué Cultura quiere en su empresa...

Fueron muchos más temas los tratados en la presentación, como la selección del nivel de certificación que mejor responde a cada una de estas culturas (Productos, Proyectos, Procesos, Grupos de Interés) y el valor que aportan en función de éstos,  esperemos que podamos disponer de ella breve, por su gran interés, así como la del resto de los ponentes....
Agradecer también a la AEC la organización de estas jornadas, que permiten conocer el pulso de nuestras organizaciones y en particular a D. Manuel del Castillo por su gran aportación.



miércoles, 17 de octubre de 2012

Los que piden trabajar más por menos no tienen ni idea

¿En los últimos tiempos cuantas veces hemos oído la frase de "hacer más por menos"?. Esto acontece como una tarea prácticamente Imposible en primera instancia. Para seguir con dicha aseveración o darle la vuelta, debemos partir de diferentes escenarios.

Si la situación de partida, era optimizada y éramos efectivos y eficientes, es claro que no podemos hacer más resultados con menos, si hablamos por ejemplo de recursos o presupuestos. Otra cosa, qué fuéramos anárquicos, burócratas, en la realización de nuestras actividades y no siguiéramos un método, por tanto, solamente creo que en estas circunstancias, haciendo las cosas correctas a la primera, siguiendo una cultura o hábito, podría obtener eso que se espera de más, reduciendo costes pero no a costa de lo de siempre.

Ahora lo que es cristalino y, es algo que en el vídeo se puede apreciar por los comentarios que subscriben los que aparecen, es que, las jornadas de trabajo no deberían alargarse más de lo estrictamente necesario, es decir, por término medio, esas ocho horas. En Europa se entra puntual y se sale puntual. Y se produce del minuto uno hasta el último. 

Aunque es un decir, pero se sobreentiende. Nosotros nos acostumbramos, a entrar libremente, luego libremente nos tomamos unos descansos de desayunos, comidas de un par de horas y parece que muchas veces cuanta más sí el jefe no tiene vida familiar y se queda hasta las 22:00, el que no se quede hasta la misma, aunque esté jugando a la ajedrez, escuchando música, chateando, visualizando internet o cualquier buscaminas o solitario, que amortigüe la tregua hasta que el jefe decida que todos deben terminar su jornada de trabajo.

Y lo peor, es que sí tu entrar puntual y sales a tu hora, eres mál visto. Es aberrante dicha casuística. En vez de ver la cantidad se debería evaluar la calidad. Es decir, la productividad y los resultados, del que se va a su hora o el que esté cuatro horas más, aunque en su marcador anual exceda en el tiempo de un 40% de lo establecido. Les suena. 

Les dejo, con las opiniones de estos apenas dos minutos de vídeo:




Los extremos ya sabemos que son malos. Tanto por exceso como por defecto. Eso sí hablamos del horario de la jornada de trabajo. Pero supongo que en su Conocimiento estará en mente, que ese más por menos, se habla o se interpreta en recursos. Y aquí hay dos escenarios. Si partimos del hecho de nuevo de que somos efectivos y eficientes en lo que hacemos:

1) Si quitan personal, está claro, que dicha efectividad y eficiencia sufrirá una minimización o reducción es de cajon.
2) Sin quitar personal, sustituyo, gente con experiencia por gente que no la tiene - lo cual no son culpables los entrantes - estamos ante el mismo resultado. O mejor dicho, una minimización de la calidad prestada. Por tanto, por qué nos obcecamos sabiendo esto, en aplicar mal la fórmula del beneficio y más a corto plazo.

Beneficio = Ingreso - Gasto. Tengan claro, que aunque podemos revisar nuestro gasto, no por ello, vamos a obtener un mayor beneficio, salvo que sacrifiquemos o no nos importen, nuestro negocio y clientes, la calidad del servicio prestado, nuestra imagen, nuestra marca, etcétera. Por qué, no en su defecto, pensamos en la oportunidades que nos pueden brindar intentar conseguir más ingresos, siendo creativos e innovadores, en la misma jornada de trabajo - horario - con el mismo personal, utilizando su experiencia y conocimiento, para que a través de ellos, confiando en ellos, identifiquen y generen ventajas competitivas. Nunca lo entenderé. Hay un dicho, que comenta, que estaba ciego y ahora veo pero lo verdaderamente trágico, es hacerte el ciego y no querer ver ... y sabiendo no una percepción sino la realidad, no se haga nada

martes, 16 de octubre de 2012

¿Cuál es la única manera de adquirir conocimiento?

El Conocimiento y su aprendizaje en estado puro es buscar la simplicidad del concepto y su articulación en la práctica. Javier Martínez Aldanondo, en su ponencia realizada en Aefolexpoelearning, en Lima en el 2010, deja y nos plantea con sentido común, una serie de cuestiones y de respuestas, para comprender ambos términos. 

Nos planteamos en muchos aspectos, cómo los profesionales debemos aprender, a través de cursos de formación, cómo capacitarnos para rendir y ser más competentes en nuestra materias y responsabilidades y, todo queda en un simple proceso que debemos practicar y llevar a cabo a través de un hábito continuado, de tiempo y motivación. 

Javier nos comunica, cómo y cuando asumimos conocimiento y nos impera a una franja de tiempo, para transformar esa información que recibimos y todo ello, a través de un periplo individual, basada en la experiencia y dedicación.



De hecho, no me extraña que un gran tanto por ciento de cursos de formación sean un fracaso. Eso no depende del material, ni de la estancia dónde se imparte - aula - ni de quien la imparte, solamente depende de quién la reciba y quien la quiera asimilar una vez transcurrido un periodo de tiempo. Si esto no se da, es infructuosa la inversión en formación.

Por lo que, a priori las organizaciones deberían culturizar a sus empleados y motivar antes de mandar a nadie a un curso de formación fuere interno o externo, ya que sino, su ROI se quedará en entredicho. El vídeo creo que plantea las claves y es una joya que debería visualizar las personas antes de ponerse delante de un curso y querer aprender para asumir conocimiento.

sábado, 13 de octubre de 2012

Una idea con sentimiento vale más que 1.000 palabras

Empezando a preparar la ponencia - "la gestión de cambios y su transformación ante las nuevas tendencias" - del próximo congreso nacional del itSMF España - #vision12 - a celebrar el 19 y 20 de Noviembre, bajo el lema "nuevos tiempos, nuevas oportunidades" se me plantea la cuestión de qué le gustaría al personal asistente a este congreso, que eligiera prestarme parte de su tiempo, al escuchar mi ponencia y no otras o realizar otras actividades que pudieran coincidir en hora con mis palabras o puesta en escena. ¿Qué es lo que le interesaría?

Me viene a la cabeza, tres pensamientos:

1) La fórmula ¿2 + 2 = 4 ?. Esto siempre es así. Es siempre cuatro. ¿Por qué su resultado no pudiera ser 3 ó 5? Es algo que sin saber por qué, me acompaña, cada vez, que me planteo pensar sobre algo que me preocupa o me interesa. A decir verdad, lo que me viene a la cabeza, es que para conseguir el 4, puede valer 2*2, 8/4, 1+3, la raíz cuadrado de 16 ... creo que la pasión por las buenas prácticas, me redunda que para conseguir un resultado, es factible diferentes caminos. Y aunque nosotros busquemos con el que más cómodos nos sintamos, es el que nos marca el cliente con su necesidad, cultura y presupuesto por el que debemos incidir y caminar.

2) Las palabras de una compañera, de este grupo de trabajo, que me encomendaba a cambiar un lejano escrito que está en pañales - como borrador - incidiendo en que el positivismo y mi historia podría hacer un gran favor, a mucha gente, que pudiera sufrir la misma circunstancia, al relatar mis pensamientos y sentimientos durante una trayectoria que hace poco a llegado a buen puerto con la mejor de la posiciones. Llegar a la meta. No quedar primero.

3) En base al anterior punto, visualizar, cómo empecé con esto, viendo lo que me aconteció en el anterior congreso nacional, con mi primera puesta en escena y aprender de los errores y la forma en cómo aconteció y cómo lo llevé a cabo.


Y me he dispuesto a visualizar tanto la ponencia como la entrevista - ambas, para quién no las haya visualizado y sea de su interés puede encontrar su link en la pestaña de publicaciones de este blog - que se me realizó al finalizar el congreso, por mi inestimable amigo, Marlon Molina. ¿Por qué ha visualizado más gente la entrevista que la ponencia? ¿Puede que la gente no le interese la gestión del conocimiento? ¿Puede que nadie le haya llevado a ver de su importancia para provocarle interés? ¿Puede que el mensaje de la entrevista, llegue y llene a las personas, a su interior, y dicho sentimiento es algo que le interesa, como personas más a la gente que aspectos técnicos o buenas prácticas? ¿Se podría haber hecho mejor? Sin duda, mis NO'es claman al cielo. Pero no hay duda, que el valor es el mensaje en la entrevista y, los tres minutos que le hago mi humilde homenaje al señor Jobs. Mi avance, en el curso académico y de verano, es un hecho. Pero quiero más. Quiero seguir dando y aportando, claramente en pro de mi objetivo.

Por tanto, el creer en lo que haces y seguir tu camino - aunque no sea compartido por todos y no tiene por qué serlo - es algo que nos llena y nos hace ser auténticos. Es algo que disponemos todos. Esto seguro de ello. Puede que a alguno le cueste creerlo, pero todo está en pensar sobre ello, y buscar o rebuscar en sus vivencias y le vendrá dado.

Así que, una idea, experiencia o sentimiento cala en la gente y en la red social, porque en el fondo se identifican de alguna manera a ello, más que algo futurible. Hay que llegar o intentar pensar en cómo llegar ahí adentro. Y esto solamente se consigue mirando en el interior e intentar sacar la mejor que tiene uno adentro. Parece todo un juego de palabras, pero el que lo experimenta lo conoce. Uno no busca reconocimientos al hacerlo. Solamente busca la libertad de expresar lo que piensa.

A mí me vino de la peor manera. Por una enfermedad. Algo en cierta manera olvidada, pero lo que nunca olvidaré es el sentimiento de lucha, actitud, tesón y comportamiento de cómo lidié con ella. Aunque todo el empeño que uno pueda dar, no es óbice de qué con ello se consiga vencer. Eso tristemente no está en nuestra manos. Pero sí la forma de afrontarla y el hacer la vida más fácil a los que te rodean, están contigo y te ayudan...hablamos de familia y de auténticos amigos.

No hace más de nueve meses, en una comida con mis responsables, me comentaron qué era lo mejor que me había pasado en esta vida. Y aunque han sido muchas cosas. Mi mujer, mi familia, mis hijas, mis amigos, mis compañeros. El hecho trascendente de sufrir una enfermedad, me ha hecho valorar cuáles son las auténticas necesidades del ser humano. De la Persona. Del profesional. Y desde este prisma, muchas veces, uno intenta trasladar a otros, de forma humilde, que acaben con el victimismo que les rodea y que hagan algo. Ya que el tiempo es finito. La cuestión, es que solamente lo saben los que lo sufren. Y con lo sencillo y obvio que podría ser cambiar de status - de víctima a liderarse - a veces, ese simple paso, parece una auténtica tortura, carrera o distancia ilimitadas e imposible por parte del que las sufre.

Por ello, uno de los objetivos, que me planteo en este blog, es cómo plantear ideas que llenen y lleguen a la gente; que las mismas las hagan sentir inquietudes y formas para adaptarnos y ser flexibles antes los cambios que experimentamos. Y como a través del dialogo, comunicación y expresar las mismas por parte de la comunidad que somos y representamos, conseguir avanzar cada uno en aquello que necesite o incremente su conocimiento.