viernes, 11 de septiembre de 2015

Bla, bla, bla



La verdad que cada día es un cúmulo de aprendizaje. No me cabe duda. Uno aprende tanto lo bueno, como aprende a desaprender todo aquello que no le sirve, le merma y le ralentiza.

También aprende uno mucho sobre la marca personal. Pero lo que muchos no se dan cuenta, es que la marca como otras cosas, hay que demostrarlas con el ejemplo y con los resultados, no solamente con palabrería, adulaciones, ser sátrapas y, otras artes que muchos hacen por subir un puesto más que demostrar la profesionalidad, el buen hacer y la calidad y el valor que representa lo que haces.

Claro. Hay muchos que más que dedicarse a esto último, van a lo fácil. A lo sencillo. A la palabrería. Al pedir una solicitud para ser integrante de la manada. Manada de lobos, hienas y otras lindezas y carroñas que en todos los sitios hay. Lo que me sorprende. Bueno, ya no tanto, es la suerte que tiene este tipo de personas, que son sutilezas salen siempre indemnes. Salen, porque con lo que se rodean son de la misma característica y realizan lo mismo. Esa rutina, de creerse los reyes del mambo, pero que en otro lugar u otras circunstancias, en un lugar donde reinase el liderazgo no durarían más de un par de días. 

¿A que viene todo esto? Viene por un bonito Webinars al que tuve el placer de asistir ayer, en el que el speaker comentaba esa rutina que hacen muchos con ese bla, bla, bla, que enaltece a algunos. Y que premian más esta actitud y forma de actuar que realmente el oficio, el hacer y los resultados que genera.

Algunos preguntaron a dicho speaker si esto sólamente ocurría en España. Y realmente la respuesta, no es generalista. Puede ocurrir en todos los lados. Ya que en todos los lados, hay responsables que quieren que les adulen y aduladores que son inscritos en la manada, para montar su business.

Todo esto me hizo pensar y alinear con otro tipo de entrada que ya publicamos hace unos días, en el que se comentaba en una charla TEDx genial, quiénes eran los mejores negociadores del mundo. La cuestión, es que el ser humano, solamente quiere deberes y ninguna obligación. Y como todo en esta vida, debe disponer de un posible equilibrio.


2 comentarios:

  1. Genial entrada, lastima que aunque me indicaste el Webinar, no pude asistir y me lo perdí. Debió de ser muy interesante ver y oír lo que comentas

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  2. La verdad que llego casi un año y casí cada jueves hay uno. La verdad, que son interesantes y uno aprende lo dicho. Tanto lo bueno que hay que seguir sembrando como de los malo que hay que ir desaprendiendo.

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