El reino llamada "de Taifas"

Como aldea gala que se precie. Fortín indestructible dentro de la organizaciones. Disponga o no de druida para generar el brebaje mágico que disponga de la fuerza suficiente para mantenerlo en liza. Este formato que reside en casi todas las organizaciones dentro de cualquier sector, sigue perdurando, sigue adaptándose y sigue generando la burocracia necesaria y el humo tóxico dentro de las empresas, haciendo de parapeto y primando primero sus intereses y la de sus miembros que las de la propia empresa.

La cuestión y mi reflexión es que siguen perdurando por que por encima del mismo no hay un auténtico liderazgo que sepa de arriba-abajo todo lo que acontece en su organización. Si no, NO se explica de su existencia. Además, dicho reino se puede reproducir rápidamente, ya que, como sus miembros son seres humanos, profesionales, con diferentes inquietudes, basta con que alguno deniegue de él, para que si se dan las prestaciones, formará irremediablemente una vez que encuentra sus guerreros y aduladores un nuevo fortin, que mata la transversalidad, la eficiencia y la generación de valor, en la mayoría de los casos, en las empresas.

Paralizan todo lo que haya que paralizar. Con tal de que el de al lado no consiga sus intereses son capaces de cualquier artimaña este procedimientada o no. Y además, su aprendizaje es exponencial. Ya que la manada con su incompetencia y negligencia de su responsable, se fusionan para que en conjunto y con directrices claras, dinamiten o bombardeen la mínima calidad o prestación de servicios que se ponga a tiro con tal que vaya en contra de sus intereses.

Algunas veces el tratamiento es infructuoso y debe ser erradicado de raíz. Ya que, se inmuniza y se hace fuerte rápidamente y su metástasis se reproduce por todos los rincones. La única cura, es una buena e implantada cultura de servicio, un liderazgo que quite toda mala hierba que crezca fuera de la política, planes, visión o misión residente en la empresa.

Ese Reino llamado de "Taifas" mortifica a unos y genera verdaderos engendros deshumanizando a sus miembros e inclusive quitándoles su valor o virtud más claro: La profesionalidad y la Éitca.