lunes, 21 de diciembre de 2015

Cuidar siempre los "momentos de la verdad"



La semana pasada hice una compra a Apple y me gustaría comentar cómo cuidan hasta el más mínimo detalle para no sólo satisfacer al cliente sino que tienen en los momentos de la verdad uno de sus puntos claves. Los otros, claro está sus productos.

Visualizado lo que quería comprar, vía internet empecé a realizar la solicitud del pedido. Y a medias me surgió una duda y qué mejor que llamar a su servicio de atención al usuario. Rápido, claro, ayudándo, sabiendo de lo que hablaba, siempre poniéndose en mi lugar, en dos minutos, no sólo atendió y me resolvió mis dudas, sino me corroboró mi solicitud, cuándo lo tendría en la tienda, indicando que me avisarían vía mensaje al móvil y vía correo.

Y así fue, por ambas vías me vino la noticia que mi producto estaba en la tienda indicándome cuándo me vendría bien recogerlo, en base a mi tiempo y disponibilidad.

Mi necesidad y tiempo hizo que ese mismo día me pasara por la tienda. ¿Han estado en alguna? Espectacular, por muchos aspectos, no sólo por cómo es la tienda, sino el ambiente que se respira, la posibilidad de usabilidad de cualquiera de sus productos.

A la entrada, de forma cordial me vino una persona de la tienda - uno de la gran cantidad que hay - me identifico el pedido, empezó a hablarme con mi nombre, ratificó el pedido y me indicó que fuera a otro lugar de la tienda, donde un tal Álvaro me atendería con el pedido y en todo lo que necesitase.

Dando las gracias, me encaminé a subir al primer piso y ahí estaba Álvaro, esperándome en el último escalón con una gran sonrisa y saludándome en su nombre y con mi nombre. Mientras que otra persona disponía a traernos mi pedido - no tardó más de un minuto - charló y me ofreció ver cualquier de otras necesidades, accesorios o lo que necesitase. Sin prisas, con detalle y delicadeza.

Vino mi pedido, fuimos a verlo a un lugar con espacio, se comprobó que estaba todo bien. Lo envolvió, me hizo la factura, además me la envió por correo. Me pasó una serie de catálogo que acompañaba o empatizaba con el producto adquirido. Y de nuevo, me preguntó por nuevas o futuras necesidades. Con amabilidad, prestado un servicio con detalle, con calidad, dando valor y al grano.

Me acompañó escaleras abajo y encaminándome hacia la primera persona que me había atendido. Me preguntó sí estaba satisfecho por el trato y por el producto adquirido. En total, diez minutos, de atención y de calidad.

Cuidándo en todo momento al cliente, a su tiempo y prestando un servicio donde el momento de la verdad fue espectacular. 

¿Cómo son o serán los momentos de la verdad en otros sectores y en otras empresas? ¿Se cuidan? ¿Se coma para su trato? No sé, ..pero mi experiencia fue todo un grado. Me dieron lo que requería, cuándo lo requerí, dónde lo requerí, no me hicieron perder el tiempo y no me generaron ningún tipo de problemas. Cumplieron con esta palabra llamada Valor. En sus cinco puntos. Mi percepción es repetir claro está, por darme solución a mi necesidad tal y como lo había ideado.



2 comentarios:

  1. ¿Y todo esto que comentas?, ¿por qué no lo ponen en práctica mas empresas?. ¿Me podrias explicar el por qué?. ¿Ceguera?, ¿falta de inteligencia?,....

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  2. Solamente se preocupan creo por el Gemba del proveedor pero no del Gemba del Cliente

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