"No intento bailar mejor de nadie. Sólo trato de bailar mejor que yo mismo"
No hay amenazas del exterior. Me olvido de mi mundo exterior y me concentro en el interior en mi mismo. Recuerdan lo del Oráculo de Delfos: "Conócete a ti mismo". La batalla está con nosotros mismos no con los demás.
Nuestro espíritu de superior está en nosotros mismos, no nos induce nada ni nos provoca nada sano compararnos con los demás. El liderar nuestra vida también es un juego interior, que debemos ganar antes de según qué oportunidades puedas liderar a otros, por tu rol o tu responsabilidad.
Nuestra pasión, motivación y, desarrollo profesional se debe en cierta medida a tener clara la afirmación de cabecera. No hay competiciones con los demás. Si no mirando a nuestro interior y creyendo cuáles son nuestros sueños y objetivos, debemos avanzar y mejorar inexorablemente hacia ellos.
Con entusiasmo, con confianza, con paciencia, no por ser más que los demás. Sio por ser un ser humano, una persona, un profesional, que cada día intentar vivir dentro de unos principios que has establecido y quieres ir marcándote marcas por tí y para tí mismo.
Cuando haces esto, no sufres daños colaterales. O si los recibes como tienes completamente claro, que es lo que quieres y por qué te mueves, estos ya no son amenazas. Pasan ya a tu lado. Porque tú estás centrado en lo que quieres hacer. Empieza a existir coherencia y tranquilidad en todo lo que haces.
Y con esfuerzo, disciplina y dedicación vas avanzando. Cada día. Sin descanso. Hacia aquello que quieres. Por eso, todos nuestros problemas aunque pueden venir del exterior, el conocer su causa y dar o hacer medidas correctoras para subsanarlos, solamente puede venir de nuestro interior. La calma, el sosiego, el pensar y dedicar tiempo a ello, puede hacer grandes cosas para nosotros mismos.
Y lo mejor, que todo ese resultado se extrapola al exterior. Por eso, esta forma de liderar hace que tu forma de hacer sea visto por otros con diferentes circunstancias. Miedos, pasión, envidia. Y ciertas personas intentarán mediar para ponerte obstáculos. Intentarán convencerte que no sé porque tanto esfuerzo y dedicación.
Qué con lo que haces no tendrás ningún beneficio. Porque esto últimos solo ven la satisfacción exterior, el compararse con los demás. Cuando todo esto, va de satisfacción interior. De potencialidad. De hacer cosas tan grandes que jamás en tu cabeza podrías idear. Y toda esa energía. Esa fuente de energía viene y la tenemos todos. Solo debemos encontrarla y utilizarla para hacernos bien a nosotros y por ende a los demás.
Nuestro espíritu de superior está en nosotros mismos, no nos induce nada ni nos provoca nada sano compararnos con los demás. El liderar nuestra vida también es un juego interior, que debemos ganar antes de según qué oportunidades puedas liderar a otros, por tu rol o tu responsabilidad.
Nuestra pasión, motivación y, desarrollo profesional se debe en cierta medida a tener clara la afirmación de cabecera. No hay competiciones con los demás. Si no mirando a nuestro interior y creyendo cuáles son nuestros sueños y objetivos, debemos avanzar y mejorar inexorablemente hacia ellos.
Con entusiasmo, con confianza, con paciencia, no por ser más que los demás. Sio por ser un ser humano, una persona, un profesional, que cada día intentar vivir dentro de unos principios que has establecido y quieres ir marcándote marcas por tí y para tí mismo.
Cuando haces esto, no sufres daños colaterales. O si los recibes como tienes completamente claro, que es lo que quieres y por qué te mueves, estos ya no son amenazas. Pasan ya a tu lado. Porque tú estás centrado en lo que quieres hacer. Empieza a existir coherencia y tranquilidad en todo lo que haces.
Y con esfuerzo, disciplina y dedicación vas avanzando. Cada día. Sin descanso. Hacia aquello que quieres. Por eso, todos nuestros problemas aunque pueden venir del exterior, el conocer su causa y dar o hacer medidas correctoras para subsanarlos, solamente puede venir de nuestro interior. La calma, el sosiego, el pensar y dedicar tiempo a ello, puede hacer grandes cosas para nosotros mismos.
Y lo mejor, que todo ese resultado se extrapola al exterior. Por eso, esta forma de liderar hace que tu forma de hacer sea visto por otros con diferentes circunstancias. Miedos, pasión, envidia. Y ciertas personas intentarán mediar para ponerte obstáculos. Intentarán convencerte que no sé porque tanto esfuerzo y dedicación.
Qué con lo que haces no tendrás ningún beneficio. Porque esto últimos solo ven la satisfacción exterior, el compararse con los demás. Cuando todo esto, va de satisfacción interior. De potencialidad. De hacer cosas tan grandes que jamás en tu cabeza podrías idear. Y toda esa energía. Esa fuente de energía viene y la tenemos todos. Solo debemos encontrarla y utilizarla para hacernos bien a nosotros y por ende a los demás.
Intenta ver esto y actúa en consecuencia por y para tí
Por darle más cobertura a la entrada os acompaño otras citas de otros autores o personajes con el mismo mensaje:
ResponderEliminarDalai Lama: "quien se transforma, transforma el mundo"
Napoleón: "la batalla más difícil la tengo todos los días conmigo mismo"
Johann Gottlieb Fichte: "Revélate lo que amas, lo que buscas y a lo que aspiras con todo tu deseo cuando esperas encontrar el verdadero goce de ti mismo y me habrás indicado el sentido de tu vida"
Magnifica forma de autoestimularse uno mismo.
ResponderEliminarEn otra entrada tuya, he recomendado un vídeo, con una parte de la película "Up in the air", donde se le pregunta a uno de los que George Clooney despedía: "¿Cuanto te han pagado por abandonar tus sueños?".....
Nunca o Jamás debemos abandonarlos. En dicho momento, habremos muerto, no sé sí en vida, pero estaremos fuera de nuestro ser.
ResponderEliminarJamas abandonarlos, cierto es. Ni olvidar que vivimos para morir. Lo importante es lo del medio. En nosotros está el hacerlo diferente
ResponderEliminarEso es. Eso debe ser nuestro referente.
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