Siguiendo el planteamiento donde lo dejamos ayer, podemos comentar que en el plan de implantación se tendrá constancia de la revisión de la situación actual teniendo en cuenta, la diferencia en tiempo, desde que se realizó el assessment para tener de primera mano todas las posibles mejoras acometidas. Y su resultado se integrará en los planes de transición junto con los objetivos del proceso de cambios.
Los planes de transición describen el modo en que tendrán lugar los cambios de procedimientos y darán como resultados los cambios reales.
Con respecto a la selección y suministro de herramientas lo importante y el punto de partida debería ser siempre analizar el modo en que funcionan los procesos y la necesidad de información de gestión. Esto proporcionará la información necesaria para definir las especificaciones de la herramienta que mejor se ajuste a las necesidades de la organización.
Y no olvidar que la utilización de las herramientas es para mejorar la Gestión de Servicios y no para sustituirla. O dicho de otro modo, la Tecnología debería utilizarse para complementar y mejorar los servicios no para reemplazarlos. En el diseño y adopción de los procesos, un buen acercamiento para su realización sería tener en cuenta los siguientes puntos y actividades por proceso a adoptar:
- Análisis de Requisitos y Definición Estratégica (Objetivos, Misión y Alcance
- Diseño del Proceso
- Actividades (Entradas y Salidas)
- Roles y Responsabilidades (Matriz RACI)
- Métricas (KPI) e Informes de Gestión
- Factores Críticos de Éxitos (CSF)
- Relación entre procesos
- Sistema de documentación gestionado
- Actividad de mejora continua (Auditorías internas, plan de mejoras del proceso)
- Parametrización de la Herramienta
- Formación al personal (Proceso y Herramienta)
- Implementación del Proceso
- Aprobación de Negocio
- Estabilización del Proceso y puesta en marcha
El Plan de
Comunicación debe tener
presente la
comunicación continuada del estado del proyecto a todo interviniente, indicando qué van a recibir, cuándo, cómo, qué hacer si
surge algún
problema cuándo
se ponga en
marcha; comunicar los éxitos rápidos para que se aprecie realmente que
se consiguen mejoras
desde el
primer momento antes de la implementación final, tras finalizar el proyecto.
El
Plan de Formación, es vital no solo a nivel de procesos y herramientas, sino para concienciar del cambio e impedir las resistencias típicas en la nueva forma de pro- ceder, a nivel organizativo, por ello, es de vital importancia, que la empresa que se encargue, esté
presente no solamente para aglutinar aprendizaje sobre las buenas
prácticas de ITIL, si no que esté presente desde el inicio hasta la finalización
del proyecto, asesorando y siendo un miembro activo dentro del equipo de proyecto.
El Plan de Gestión del Cambio, debe durante todo el proyecto explicar lo que se va a realizar y el por qué toda la organización o participante del proyecto o que se beneficie con la realización del mismo, proveedores, clientes,
etcétera. Estando presente en el plan de seguimiento y gestión del
proyecto, describiendo los diferentes logros durante el periodo inicial y estimando y evaluando
los siguientes logros previsto
para el siguiente periodo a evaluar o hitos. Teniendo
e intentando dar solución
a los posibles o problemas
actuales o potenciales y sugerencias para prevenirlos o resolverlos.
Por último indicar en la fase
terminar – si es que llegamos
– del
proyecto,
debemos analizar
la consecución de objetivos del proyecto;
los
tiempos y costes estimados
comparándolos
con
los reales; determinar el impacto total que
ha provocado
a nuestra
organización
los cambios aprobados
y adoptados; como siempre aprender de las experiencias negativas y errores
cometidos
y terminando con la
revisión una
vez finalizado
el proyecto comparando y dando cierre a ese business case, que acometimos en una época anterior.
Después de todo el
tiempo,
sacrificio y dinero invertido, aparte de
intentar
comprobar
el ROI y empezar a cosechar los
beneficios que
habíamos estimado con dicha
adopción en nuestra organización, olvidamos
LO IMPORTANTE , que esto hay
que
gestionarlo y mantenerlo.
Por lo que adoptados los procesos ITIL que hayamos tenido a bien implantar; configurado
dicho
sistema de soporte a los procesos; evaluado un primer estadio de madurez del
mismo; iniciado y empezando
a superar la posible resistencia
al cambio, por
los stakeholders
que interactúan en
el proceso;
aparece bajo
mi punto
de vista, una cuestión trascendental, que daría respuesta
si la inversión realizada tiene
sentido y estamos orientados a satisfacer los resultados que esperamos y qué espera el negocio en la adopción del proceso.
Sí de manera generalista nuestras respuestas son negativas, nos sobreviene esa incertidumbre que en muchas ocasiones, tiene el negocio y el mercado, con la no creencia en las buenas prácticas y en las inversiones realizadas sobre las mismas. Problemática que aparee por no adoptar las mismas de forma correcta ya que iniciamos con ilusión y actitud el proyecto, pero luego a la hora de mantenerlo y mejorarlo nos quedamos cojos, o se va quedando en el olvido, sobre todo por falta de GESTIÓN y de seguir manteniendo con vida y espíritu la visión y la disciplina para llegar y alcanzar los objetivos. Pero sobre este tema, de la gestión y del día a día, contaremos otra historia; será real, será ficticia. Lo importante es contarla.
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