miércoles, 19 de agosto de 2015

Motivación Extrínseca (Parte III)



"Si le preguntáramos a alumnos de un colegio, instituto o universidad ¿Qué te motiva a estudiar? desgraciadamente la respuesta mayoritaria será la nota y no el amor por el aprendizaje" D. Fischman.

¿En qué porcentaje se contestaría así? Alto sin lugar a dudas. 


Sigamos con la idea del autor. Entremos de lleno en los costes ocultos de la Motivación Extrínseca. El autor expone que le entran un gran cúmulo de dudas sobre lo que se aprende en dichas instituciones y en qué medida las notas ayudan a formar alumnos - y futuribles profesionales - autónomos que disfruten del aprendizaje primero. Y luego, sea una inercia y un catalizador para su profesionalidad y amen su oficio.

Echemos un vistazo al pasado. A su conocimiento. ¿Cuántas temáticas, datos e información recuerdas sobre cosas que no tenían para ustedes la mayor de sus intereses salvo aprobar un examen? Practicamente cero. Es como si se hubiere o se ha esfumado de sus cabeza. Como si hubieren reseteado su disco duro dispuesto encima de su cabeza. ¿Por qué ocurrirá esto? ¿Es por el aprendizaje de memoria? ¿Por qué será?

Muchos estudios encuentran consistente que las personas generan más ideas originales cuando están intrínsecamente motivadas que extrínsecamente motivadas. Ya que esta última, reduce y en mucho nuestra perseverancia sobre las cosas. Solamente se induce cuando tenemos la zanahoria o el caramelito que nos incita a hacer por el premio no por el hecho de hacer y disfrutar por lo realizado.

Fischman nos induce a otras afirmaciones que debemos tener en cuenta. "Cuando nos encontramos con una realidad que no coincide con nuestras creencias, tenemos dos caminos: O simplemente ignoramos la realidad - es decir, la evidencia mostrada - o cambiamos nuestras creencias para adaptarnos. Espero que elijamos la segunda opción".

Por ello, si esto funciona así en nuestro ser. En nuestro cerebro y mente. ¿De qué sirven las notas? ¿No deberían ser erradicadas? Ya que induce para bien o para mal a unas consecuencias no aptas para el consumo. Aunque sirvan al principio en primera instancia. Pero no para el aprendizaje. Experiencia y Conocimiento.

Por otro lado, los incentivos o castigos extrínsecos hacen que las personas se sientan en el fondo controladas. ¿Es es lo que quiere el sistema? Yo creo que sí. Así que, por más que a veces veamos necesario asignar los motivadores extrínsecos, hay que tratar de que la persona no vea totalmente afectaba su autonomía. En otras palabras, es importante evitar motivar a una persona y al mismo tiempo destruir uno de los motivadores más importantes del ser humano: su autonomía.


2 comentarios:

  1. Se me ocurre una sencilla analogía: ¿Como funcionará mas un coche: con un motor interno o con una fila de coches atados a su parachoques delantero y tirando de él?.....¿facil respuesta, no?

    Así te respondería a lo que planteas: la zanahoria puesta delante del burro puede tirar de él hasta cierto momento, que se plante y no quiera seguir mas zanahorias. O si educamos al burro a caminar, no necesitaremos apenas zanahorias para que siga andando...Y perdonadme el lenguaje y comparar burros, zanahorias y coches con la situación personal y los motivadores que nos rodean.

    Un saludo

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  2. Pero no hay nada como las historias para poder entender mejor los conceptos que las palabras.

    Excepcional analogía y de forma sencilla tu aclaración y el consenso con lo que pone en la entrada de la motivación extrínseca y sus posibles costes ocultos.

    Gracias Gonzalo.

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