domingo, 6 de julio de 2014

Lastres y piedras nos ralentizan en nuestro viaje

Hablando de nuestro viaje diario profesional hay algo fundamental que debemos tener presente y es quitarnos los lastres que muchas veces nos acompañan así como desalojar la gran mochila de piedras que nos ralentiza nuestra marcha dejándola más liviana sólo con lo importante.

Así podremos emprender nuestro viaje, sin miedos y con confianza que necesitamos y como diría en su momento, William Faulkner:

 "No podrás nadar hacia nuevos horizontes sino tienes el valor de perder de vista la costa."


Teniendo claro nuestro cometido y forma de hacer y actuar, le toca a nuestro responsable crear la visión, ya que sino siempre estaremos a la deriva y mirando a nuestros miedos anteriores y pasado infructuosos. Aquí viene otra frase que viene ni que pintado, de Steve Chandler y Scott Richardson:


“Si no creamos una vision para nuestro equipo, éste vivirá de acuerdo a los problemas que lo acosan” 



Teniendo las dos primeras premisas cumplidas y alineadas, los logros y desafíos a veces, no llegan a la primera, o no encontramos nuestro destino a las primeras de cambios. Por ello, como comentó Facundo Cabral:


“Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad  de nuestra vida, es distraerse de ella.” 


Por ello, aunque nuestras capacidades y habilidades nos pueden ayudar a generar valor con los recursos que dispongamos, es la parte nuestra intangible, nuestra identidad, nuestro carácter y compromisos, y otros factores los que decantarán a que tengamos un viaje agradable hacia lo que albergamos y queremos. Tenerlo en cuenta.

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