miércoles, 14 de octubre de 2015

¿cuándo debes enseñar algo cómo puede saber sí se aprende?



Una de las cosas que son claras es que no se necesita realizar ningún examen, ni sean concluyentes el determinar  ni notas ni certificaciones del que recibe la enseñanza. Eso le podrá valer al sistema pero no al proceso de aprendizaje ni a la asunción por la experiencia realizada de conocimiento.

Y el factor principal cuando te pones delante de alguien a enseñar o comentar algo que otros deben conocer, es que tú hables menos de lo que en principio vienen a escucharte. Sí durante el periodo que dura la enseñanza ellos hablan más, significa que el tema tiene de su interés. Y entonces en base a su experiencia e inquietudes pasadas hablan, conversan, dialogan, discuten, se posiciones. Y el maestro, o el que enseña, solamente debe moderar y seguir animando de ese diálogo.

Porque lo anterior lleva a la reflexión, a querer expresar por los enseñados sus pensamientos, sus sentimientos sobre el tema a tratar. 

Hay muchos cursos, en el propio colegio, que la gente se ha acostumbrado a que uno hable y el resto escuche. Así no hay aprendizaje. Porque primero puede que no estén motivados porque no les interese el tema y encima estén obligados a oír. No escuchar. Sin práctica y sin interactuar no se produce aprendizaje. Y las preguntas que son la base del aprendizaje, solo se quedan en respuestas que el maestro, profesor o el que enseña quiere transmitir.

Y esas respuestas al no tener ningún interés por parte del alumno porque no se han planteado las preguntas correctas se quedan en el obstracismo.

Ayer en una pequeña formación pude evidenciar esto. En una temática que ni sabia el conocimiento ni la experiencia sobre el tema, ni la motivación ni las ganas por aprender lo que les tenía que contar, más del 70% del tiempo hablaron los que debían recibir mi charla, con sus experiencias vividas sobre el tema.

Así que lo único que tuve que hacer fue guiar sus preguntas e inquietudes a lo que les quería enseñar y el tiempo y el diálogo lo hizo o hizo el resto. 

¿Para qué profundizar en algo que puede que no les interesase? Ahora déjales que se interesen y luego propón y haz similitudes, propón ejemplos o cosas que ya se conozcan. Y el tiempo y la práctica hará el resto.

Por eso y concluyo con lo siguiente, la preparación de un temática a impartir no es lo importante. La preparación importante es crear el entorno o la situación para que el aprendizaje pueda surgir. Y los alumnos o los que están al otro lado de la sala, harán el resto.



2 comentarios:

  1. Nos conformamos con que nos enseñen terminos, frases y conceptos miles. Aprendemos conocimientos que nos acreditan como "certificados en...", pero como tu bien dices, ¿sabemos que aprendemos?, ¿no debieran conectarse esos puntos de información para formar el dibujo que se pretende con ellos? ¿No deberíamos entrenarnos mas en esos pasatiempos de "unir los puntos para descubrir la figura"?

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  2. Gracias Gonzalo por verlo. La paradoja es que se hable tanto y se haga tan poco.

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