miércoles, 28 de octubre de 2015

"El arte de Aprender"



Ayer mi hija pequeña Gabriela me bombardeó con una serie de preguntas encadenadas y repetidas con sus por qués correspondientes. A su vez, esto me trajo visualizar una de aquellas excelentes entradas sobre el aprendizaje de Javier Martínez Aldanondo que tengo ubicadas y salvaguardas para volver a leer. Son totalmente oro. Todo un tesoro. No tengo dudas de ello.

Y con ambas ver sus nexos de unión. Y que verdad tiene sus aseveraciones. Todo cobra sentido. La relación queda establecida en la experiencia. El más común de los sentidos.  

Veamos alguna de estas aseveraciones: ¿El conocimiento tiene fecha de caducidad?

La institución académico dirá que no. Que los nuevos aprendizajes rellenarán aquellos que ya tenemos insertos y asimilados. Pero, realmente creo que esto no es así. Si lo aprendido o las experiencias acumuladas tiene que ver con unos puntos de vista. Y si estos, están desfasados, todo aquello aprendido realmente está ocupando un espacio en nuestro cerebro totalmente inservible.

Imagínate que eras todo una eminencia en el Windows 95. O atesoras una enciclopedia de los años 90. De qué te servirá para tu vida actual dicho saber o conocer. Realmente no te sirva absolutamente para nada. Por ello, tal y como comenta Javier, cuando para diferentes cuestiones obtenemos respuestas acertadas estas dejan de tener vigencia porque las preguntas ya son otras.

Por esa razón, afirma su alegato que es más importante infinitamente, plantearse preguntar qué obtener sus correspondientes respuestas. Y si damos por hecho esto y miramos cómo nos han enseñado o como se enseña actualmente alineados a esos magníficos sistemas educativos implantados e impuestos que se cambian cada dos por tres.

¿Estamos educados o hemos sido enseñados o educados para responder a cuestiones más que realizar planteamientos o preguntas? 

Esa es la principal razón de que nos cueste tanto hacer preguntas. Pero la capacidad es innata. Solamente es cambiar el enfoque y la forma de enseñar o de enseñanza. Por eso, ante cualquier problema que no tengamos una solución conocida, todo se nos hace cuesta arriba. Y nos ahogamos en un charco sin apenas fondo. 

Sí a esto encima, tenemos un sistema educativo que lo que realmente mide nuestros niveles de respuestas más que de preguntas. Así por evolución nos pasa lo que nos pasa.

Es genial el camino y como Javier circula y te guía en algo que suena totalmente verdadero. Y solamente parando un poco. Pensando sobre el tema. Y forjando experiencias sobre lo que nos rodea, vemos que tiene todo el sentido del mundo.

El aprender y el aprendizaje es todo un arte. Y su maestría y a los que se dedican a ello, les deberían no solamente hacer un gran monumento sino que su profesión debería estar o ser sino la más respetada una de la que más debería representar dicho estado.


2 comentarios:

  1. ¿No estarás sugiriendo cambiar el sistema educativo?. ¿Cambiar la forma de aprender y el aprendizaje recibido?....

    ResponderEliminar
  2. No lo había pensado pero no es mala idea si el resultado a futuro fuera diferente

    ResponderEliminar