domingo, 19 de febrero de 2012

La empresa no tiene memoria. El conocimiento lo atesoran sus empleados


Intentar poner en claro sus ideas, hacer una profunda reflexión socrática preguntándome sobre MIS por qués con respecto a la información atesorada sobre la Gestión del Conocimiento, consultando nuevas fuentes, blogs, webs, artículos, libros y vídeos sobre dicha temática. Y con ello, seguir difundiendo y aprendiendo. 

Para los que sea de su interés visualizar los vídeos de redes para la ciencia de Punset, o los newsletter en Catenaria - su link; en enlaces de interés en este blog - de Javier Martínez Aldanondo. Todo ello puede estribar, resumirse y comenzar  con la siguiente frase: "El ser humano necesita ver para creer. Su cerebro necesita crear para ver".

Y partiendo de este hecho, comencemos con la definición de Javier sobre conocimiento "El conocimiento es una Estructura neuronal, singular, conformado por el vivir y las experiencias y por tanto lo atesoran las personas (el conocimiento no puede vivir fuera de ellas ya que en ese caso se transforma en información)". Si tomamos como cierta esta premisa, podemos concretar que la empresa no tiene cerebro, ni memoria, ni conocimiento. Es un ente, que atesora un repositorio de información sobre su negocio, desde su creación, formado por una multitud de snapshot salvaguardados pero NO de Conocimiento. El Conocimiento lo tienen y lo atesoran sus empleados. Y aquí por la evolución de los empleados dentro de las empresas, las personas son y deben considerarse un activo estratégico fundamental, ya que son la fuente de conocimiento de la organización -todos ellos - pero con una evidencia trascendente; NO son propiedad de la empresa, ni los mismos ni su conocimiento. 

Hecho que sí actualmente no es considerado, deberían hacerlo la dirección de las empresas, ya que por su expertise de sus empleados con una canalización correcta en base a una misión y objetivos, es la razón por la cual, se pueden concretar los resultados. Y una disminución de dichas personas con dicho conocimiento y experiencia, puede llevar al traste la visión muy correctamente creada e intentada llevar a la realidad. No son palabras vanas y todos si buscamos en nuestro interior, de forma innata lo sabe y lo ve. Otra cosa que lo tomen como primordial, quien deba hacerlo y más en la situación actual.

Por lo que, creo un factor importante de ser cierta esta consecuencia, es que la Gestión del Conocimiento - NO es un simple proceso enmarcado en esas buenas prácticas de ITIL puede que sea algo más, no creéis - debe estar presente en la estrategia de la organización y se deben establecer las políticas y planes necesario, para su mantenimiento, cuidado, retención y transferencia - capacitación a través de la formación para enseñar el proceso de aprendizaje del mismo a través de expertos, de dentro o de fuera de la empresa, para que el que lo quiera asumir disponga para ello, de motivación, tiempo y ganas de aprender para su asunción.

Pero debemos denotar algo que no nos debe pasar por alto. Hay empresas que no creen en la formación, correcta y respetable su estrategia. Pero hay otras que aunque esté en sus directrices debe concretar que su inversión sirva para su objeto. La formación debe ser considerada una fuente de aprendizaje y en su fin, hecho práctica de conocimiento, para que los empleados puedan desempeñar mejor sus funciones dentro de la organización. Sí esto no ocurre, por favor, no inviertan o gestionen y controlen qué formación deben dar y quién la debe tener, inculcando esa creencia de asumir tanto a nivel personal como organizacional conocimiento.

De nuevo Javier lo expresa de forma rotunda. La formación que debe ser considerada una actividad dentro de la Gestión del Conocimiento debe tener presente que los expertos que la imparten deben su conocimiento y experiencia a los años de aprendizaje y en su ámbito de especialidad. Pero dicha expertise puede que no pueda o ser canalizada convenientemente si dichos expertos, aunque redundante, sean expertos en enseñar a aprender. Sin esto y sin las ganas, motivación del que lo recibe y luego su práctica, no se obtiene nada. Por tanto, los empleados tampoco no nos podemos quejar. Nos quejamos que no nos dan formación. Pero cuando nos la dan, no hacemos nada por asumirla, o por lo menos habrá casos de ellos. Por favor, EQUILIBRIO. Entonces quedamos que el Conocimiento se aprende; y se aprende haciendo y se aprende des-aprendiendo.

Les planteo una genial pregunta que comenta Punset y que todos nos la deberíamos hacer, tanto en el terreno personal como en el profesional. Ya que si hoy somos lo que conocemos. ¿Qué hemos des-aprendido hoy?. Para mí tanto la afirmación como la pregunta son brillantes. Piénselas. ¿Qué ocurre cuando tenemos tan sumido unas creencias que no aceptamos la inserción de nuevas por considerarlas falsas o sin criterio a lo establecido en nuestra mente?. Cuanto más grabadas en nuestro hábito, a menos que tengamos la fe y de nuevo la creencia de des-aprender, jamás aprenderemos. No creéis. Pensar en algo, que teníamos desde hace muchos años dotado como una verdad absoluto y luego en base a una evidencia, aquello, que disponíamos en nuestra mente desde hace tanto tiempo, desaparece como arte de magia por esta nueva. 

Esto se produce a nuestro comportamiento estriba en cómo funciona nuestro cerebro. Y nuestras neuronas están en perpetua re-modelación, dónde las uniones entre ellas se deshacen y se renuevan a un ritmo de acontecimientos. Por ello, sí una persona lleva por ejemplo 10 años estudiando y analizando un tema, para tener dicho expertise, por lo menos, deberé dedicarle dicha suma de tiempo o parecido. Debemos poblar de ese tiempo, ya que mente y cerebro so un solo compuesto por miles de circuitos de neuronas. Donde nuestra mente es como un disco duro que se llena de recuerdos y experiencias que se van almacenando pero dónde dicho disco duro no es del todo seguro. Por ello, todo aprendizaje de memoria, no sirve de nada, salvo su utilización, ya que el paisaje neuronal se construye mediante selección. Cuánto más se usan ciertas conexiones más se refuerzan. Mientras que las redes de neuronas no utilizadas desaparecen. Por ello concretamos que la organización no tiene memoria y el conocimiento lo atesoran sus empleados, las personas.

Por ello, volviendo al inicio de dicha entrada, sí logramos entender como se aprende, y su proceso, tendremos en nuestras manos, qué directrices, planes y acciones deberemos tomar para atesorar conocimiento e incrementarlo. Si lo extrapolamos a la empresa, sabiendo qué conocimiento tiene la empresa y de cuál no dispone, emplear no solamente estrategias para retener y transferir si no para asumir.

Por ello, el engendran un ambiente de creatividad en la empresa, una cultura de compartir aprendizajes para tener más experiencia sobre nuestras tareas cotidianas haremos que hagamos de forma correcta nuestras funciones y responsabilidades y se verá los mismos, en los resultados en nuestra empresa. 

Me parece fascinante todo el tema, y habiendo ya dedicado gran parte de tiempo, me considero un aprendiz y un ignorante en todo aquello que desconozco, y que me gustaría aprender. Por tanto, solamente queda un objetivo y un rumbo, seguir aprendiendo y en lo que pueda y asuma como no compartirlo y difundirlo. 

Como asumir, para terminar el respeto y admiración que me induce y provoca Juan José Carpintero - ver su blog Humor TI también referenciado en enlaces de interés - compañero del comité de estándares, del itSMF, y de difusión de nuestros respectivos blog en pro de la organización antes mencionada, por su creatividad en llevar a la práctica en forma de dibujos y humor, todo aquello que siente, en la más absoluta tranquilidad. Por lo que agradezco públicamente su generosidad por compartir uno de sus lienzos creativos, que da imagen a esta entrada.

Un salud@ para todos los que nos leéis, participáis y que les ilusiona esta temática, del Conocimiento, su aprendizaje y su gestión.



2 comentarios:

  1. No es la primera vez que Luis habla bien de mis dibujos, como si yo fuera un portento, o algo similar.
    Sin ebargo, a mí, personalmente, me dan envidia los posts de Luis. Creo que hacer un artículo como este, tiene un gran mérito. Yo no me veo capaz. Soy demasiado "vago", para ponerme delante de la pantalla a escribir, y demasiado "simple" para llenar con palabras dos folios.
    Claro, que si es cierto que una imagen vale más que mil palabras, entonces soy un gran escritor

    ResponderEliminar
  2. Lo mío puede ser tener tiempo aunque algunas veces no sé de dónde lo saco. Pero trascender en un imagen todo aquello que sientes, para mí es un gran reto.

    Lo mismo, tiene cabida algún proyecto en el que uno escriba y otro con sus imágenes le ponga la temática al capítulo.

    ¿Quién sabe es disponer y proponer?

    Muchas gracias Juanjo, por tus palabras.

    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar