martes, 18 de diciembre de 2012

Pensar 1+7 en nuestra jornada de trabajo desde la Isla Reflexión

Todo el concepto de la "Isla Reflexión" empezó con el libro de las "Trampas de la Integración" al visualizar el mapa del archipiélago de las estrategias - ver ponencia en TFT12 - y una pequeña historia de un grumete, que hace mucho tiempo, viajó a dicha isla para establecer un criterio de lo que significaba ser un profesional.

Dando o intentando recorrer los pasos específicos o islas - formación, ejecución, profesión - según indicaban aquellas cartas de navegación aprendidas, que se describen magníficamente en dicho libro o ponencia dejada en el link anterior para el que esté interesado. Pero esto que ya he comentado un par de veces que personalmente el rememorarlo me motiva en el aprendizaje y el intentar profundizar en su conocimiento.

Lo que me induce personalmente esa "isla reflexión" es mantenerme y proyectarse en una estancia tranquila y poder pensar, en cómo mejorar o intentarlo todo aquello que interactúan con uno, en cómo auto gestionarse, en cómo auto liderarte, en cómo mejorar con la ayuda de otros - mis compañeros - en cada instante en todo lugar aquello que tenemos entre manos, el cómo planificarnos, en cómo gestionar nuestro tiempo, en cómo generar valor en lo que haces...

Imaginemos en nuestro pensamiento un proceso Kanban - pensemos en WIP, Work In Progress , ese trabajo en curso - donde cada una de las islas fueran un estado del flujo de trabajo o de valor y, que como representante de una organización tuvieras cómo objetivo hacer que cada empleado pasará por cada estado o islas antes mencionadas hasta su terminación del flujo, con el producto o servicio acabado, midiendo su lead time. ¿Pueden imaginárselo? Y si hiciéramos con el aprendizaje de cada una de esas personas un feedback, una retroalimentación, una mejora continua,  un kaizen, o un nueva iteración de Scrum hasta el siguiente sprint.

Todo esto que son pensamientos particulares apoyados en esa definición que sigo de aprender como acumulación de experiencias acumuladas en el futuro y en como según las circunstancias poder llevarlas a la práctica. Y aquí me planteo preguntarles sí una jornada de trabajo son ocho horas - bueno eso dicen, seguro que algunos hacemos más - ¿cuántas horas la dedican a pensar? Otra temática estribaría ¿en qué pensar? Respondámonos como profesionales en mejorar nuestra capacidad, productividad, rendimiento y resultados.

Uno de mis grandes secretos es dedicar una hora al día en dicho pensamiento. ¿Piensan que es trivial dicho razonamiento o planeamiento? Bajo mi experiencia les puedo indicar y no soy perfecto, que esa hora que para muchas empresas sería un desperdicio es fundamental sí la aprovechamos en pensar cómo generar valor en lo que hacemos. O pensar como hacerlo mejor, plantearmos soluciones a problemas, el ir en cada momento fuera de nuestra zona de confort y experimentar, errar, aprender, desarrollarse cada instante y producir conocimiento. En definitivo en cómo a través de dicha hora plantearnos como ser mejores en las siguiente siete horas qué como reto tenemos que acometer.

Sí esta práctica, genera - les aseguro que sí - los resultados apetecidos, le ánimo a que incrementen el tiempo dedicado a pensar, 2+6, así ininterrumpidamente siempre y cuando se produzcan resultados por encima de lo que actualmente generamos. Esto realizado de dicha forma genera un valor y unos beneficios a la empresa ilimitados, por la retroalimentación a los demás con lo que haces.

Pero aquí viene la paradoja, ¿planteen a su responsable que se propone dedicar una hora de su jornada de trabajo a pensar? ¿Qué ocurriría? Podrían obtener la respuesta que NO ya que el está para pensar por lo demás. Han oído dicha expresión alguna vez. Por ello, les planteo empezar con 1+8, así no le podrán decir nada y accederán a su objetivo si demuestran resultados.

Desde hace tiempo mí hora comienza justo antes de la jornada de trabajo, mientras que uno se toma un café, reflexiona, lee, planifica lo importante para realizar en ese día, aquello que es prioritario, aquello que genera valor al cliente, generando una lista inmutable a realizar dejando huecos a imprevistos. Al llegar mientras se enciende el portátil, esa lista está visible en todo momento junto y supervisando por un stabilo de color verde, para ir subrayando inexorablemente actividad a actividad de la más prioritaria a la menos y viendo como una tras otra van finalizando.

Les puedo asegurar que a mitad de jornada puede que todo lo apuntado está de color verde. Ese tiempo a partir de, puede generar nuevo valor en volver a pensar qué hacer, qué mejorar, qué supervisar, que gestionar dentro de tus actividades. Hacer un hábito y el aprendizaje y conocimiento llevado a la práctica será una realidad no un cúmulo de ideas en la cabeza sin llevarlas a la luz.

Alguna que otra vez, me han planteado cómo soy capaz de realizar tantas cosas, pues ya saben cuál es el secreto. Eso no es óbice que me estrelle, cometa errores, defectos, problemas u otras circunstancias  ya que uno no es perfecto, pero el aprovechamiento de esas 24 horas que todos disponemos es todo un grado.

¿Plantéense esa hora y prueben? Si lo hacen por favor, comenten aquí los resultados. Todo es pensar y llevar a la acción. Tener presente todo lo que uno hace en el Gemba y sobretodo intentar aprender cada día y hacer presentes dichas formas por sí alguno al probar, le viene perfecto e incrementa su productividad, forma de generar resultados o todo objetivo que se inicie en su cabeza y que quieran conseguir.

2 comentarios:

  1. Buena entrada compañero!!!
    Efectivamente, la importancia de pararse a pensar ...antes de hacer...para poder planificar , organizar y administrar el tiempo y las capacidades y recursos de forma efectiva y eficiente...y despué de hacer...volver a pensar, reflexionar sobre los resultados obtenidos a través de indicadores establecidos y estudiar la forma de mejorarlos la próxima vez, aprendiendo de los posibles errores o visualizando las oportunidades de mejora.....el ciclo de mejora contínua aplicado a nuestro día a día...si somos capaces de hacerlo tendremos el éxito asegurado en cualquier actividad que emprendamos....Chapeau!!!
    un fuerte abrazo

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  2. Marga;

    Muchas gracias por tu aportación y comentarios. Pensar y escuchar nos puede a veces, o casi siempre, ser más efectivos y eficientes en nuestra labor diaria a corto plazo, como también a medio y largo plazo.

    Supongo que cada maestrillo tiene su librillo. Mi intención es poner una práctica que funciona, o que me funciona en el tapete. Si alguien la considera correcta y la misma le permite evolucionar, esta entrada habrá merecido la pena.

    Un abrazo

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