miércoles, 17 de octubre de 2012

Los que piden trabajar más por menos no tienen ni idea

¿En los últimos tiempos cuantas veces hemos oído la frase de "hacer más por menos"?. Esto acontece como una tarea prácticamente Imposible en primera instancia. Para seguir con dicha aseveración o darle la vuelta, debemos partir de diferentes escenarios.

Si la situación de partida, era optimizada y éramos efectivos y eficientes, es claro que no podemos hacer más resultados con menos, si hablamos por ejemplo de recursos o presupuestos. Otra cosa, qué fuéramos anárquicos, burócratas, en la realización de nuestras actividades y no siguiéramos un método, por tanto, solamente creo que en estas circunstancias, haciendo las cosas correctas a la primera, siguiendo una cultura o hábito, podría obtener eso que se espera de más, reduciendo costes pero no a costa de lo de siempre.

Ahora lo que es cristalino y, es algo que en el vídeo se puede apreciar por los comentarios que subscriben los que aparecen, es que, las jornadas de trabajo no deberían alargarse más de lo estrictamente necesario, es decir, por término medio, esas ocho horas. En Europa se entra puntual y se sale puntual. Y se produce del minuto uno hasta el último. 

Aunque es un decir, pero se sobreentiende. Nosotros nos acostumbramos, a entrar libremente, luego libremente nos tomamos unos descansos de desayunos, comidas de un par de horas y parece que muchas veces cuanta más sí el jefe no tiene vida familiar y se queda hasta las 22:00, el que no se quede hasta la misma, aunque esté jugando a la ajedrez, escuchando música, chateando, visualizando internet o cualquier buscaminas o solitario, que amortigüe la tregua hasta que el jefe decida que todos deben terminar su jornada de trabajo.

Y lo peor, es que sí tu entrar puntual y sales a tu hora, eres mál visto. Es aberrante dicha casuística. En vez de ver la cantidad se debería evaluar la calidad. Es decir, la productividad y los resultados, del que se va a su hora o el que esté cuatro horas más, aunque en su marcador anual exceda en el tiempo de un 40% de lo establecido. Les suena. 

Les dejo, con las opiniones de estos apenas dos minutos de vídeo:




Los extremos ya sabemos que son malos. Tanto por exceso como por defecto. Eso sí hablamos del horario de la jornada de trabajo. Pero supongo que en su Conocimiento estará en mente, que ese más por menos, se habla o se interpreta en recursos. Y aquí hay dos escenarios. Si partimos del hecho de nuevo de que somos efectivos y eficientes en lo que hacemos:

1) Si quitan personal, está claro, que dicha efectividad y eficiencia sufrirá una minimización o reducción es de cajon.
2) Sin quitar personal, sustituyo, gente con experiencia por gente que no la tiene - lo cual no son culpables los entrantes - estamos ante el mismo resultado. O mejor dicho, una minimización de la calidad prestada. Por tanto, por qué nos obcecamos sabiendo esto, en aplicar mal la fórmula del beneficio y más a corto plazo.

Beneficio = Ingreso - Gasto. Tengan claro, que aunque podemos revisar nuestro gasto, no por ello, vamos a obtener un mayor beneficio, salvo que sacrifiquemos o no nos importen, nuestro negocio y clientes, la calidad del servicio prestado, nuestra imagen, nuestra marca, etcétera. Por qué, no en su defecto, pensamos en la oportunidades que nos pueden brindar intentar conseguir más ingresos, siendo creativos e innovadores, en la misma jornada de trabajo - horario - con el mismo personal, utilizando su experiencia y conocimiento, para que a través de ellos, confiando en ellos, identifiquen y generen ventajas competitivas. Nunca lo entenderé. Hay un dicho, que comenta, que estaba ciego y ahora veo pero lo verdaderamente trágico, es hacerte el ciego y no querer ver ... y sabiendo no una percepción sino la realidad, no se haga nada

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