jueves, 5 de junio de 2014

Yo soy quien os separa de la siesta ...

Buen inicio de ponencia. La razón, las 16:00 horas; con el calorcito, el estómago lleno y después de una mañana escuchando - no aprendiendo - es un reto o un desafío, para que la audiencia - esa que es el mayor regalo que puede hacer a un ponente por la inversión de su tiempo por escucharle - podía plantear ciertas dudas en lo que se quería transmitir.

Si añadimos que durante ese pequeño periodo de tiempo - idea genial de una persona, experta en la Gestión de Conocimiento - Javier Martínez Aldanondo - con su definición de "Acumular experiencia reutilizable en el futuro".

Donde en 30 minutos la gente que escucha es totalmente imposible que adquiera experiencia y práctica y de igual forma no reutilizará nada en el futuro, ya que lo escuchado en más de unas horas, unos días, a lo sumo será imposible que se recuerde o se quede almacenado en nuestra memoria. La razón es que esa no es la forma de aprender. Y ya aprovechando que estamos en el académico independientemente de las temáticas a formalizar. Deberían enseñar a los alumnos a aprender a aprender. Cuánto resultados obtendrías dichos alumnos. La razón, es que esto se le queda para toda la vida, en su hábito.


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