La excelencia de cada una de las personas que dan forma a un servicio y lo mantienen, con calidad y generando valor podrías ser un grado que todos los clientes a primera instancia comprarían, si solventaran sus problemas o necesidad con soluciones.
Pero muchas veces las palabras se quedan en eso y no se traslada la acción a hechos. Por ello:
¿Realmente "Cumples" lo que "prometes" en la prestación de tus servicios?
Aparte de esa excelencia, proactividad y eficiencia, tenemos que tener cada uno, una serie valores, como integridad, honestidad, ética, respecto a las personas que deben influir de manera inexorable a cada una de las acciones o actividades que realizamos de forma diaria en la prestación del servicio.
Por tanto, de cara a nuestros usuarios, clientes y negocio, la diferencia estriba entre lo que prometes y cumples, así de sencillo.
"Sí lo que prometes no está por encima de lo que espera tu cliente, la problemática que tendrás es que no te dejaré la oportunidad de cumplir esos mínimos porque realmente no te contrataré y realmente ignoraré tus propuestas"
En cambio:
"Sí lo prometido excede bastante lo que espera nuestro cliente, tampoco tendrás la oportunidad de demostrarlo, ya que tampoco te contrataré por la falta de creencia en todo lo prometido"
Por lo que el término medio será la apuesta segura, en la que lo que debes prometer al cliente, solo es exclusivamente aquello que cubra con hechos su necesidad, ni más ni menos. Y hacerlo realidad. Así que:
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