Todos conocemos la regla de Oro "Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti". Parece una definición, clara y simple sobre el concepto de Ética. Principio claro, que como personas deberíamos tenerlo como hábito en cualquiera de nuestras decisiones, relaciones y comportamientos con nuestros semejantes.
La otra variante, igualmente seguida y que todos querríamos tener en mente, sería la de "No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti". La cuestión es preguntarnos, sí lo llevamos a la práctica en nuestro día a día. John C. Maxwell, realiza y describe, en su libro, todo un sistema de historias y ejemplos sobre el concepto mencionado, su aplicación y la forma que tenemos de comportarnos en el que no sólo aplica en el terreno profesional, organizacional sino también es un principio cuyo ámbito nos lleva a la forma de comportarnos en lo personal.
Preguntas que deberíamos contestarnos u obtener respuesta desde nuestro yo interior. Que harán en algunos casos que rompamos y podamos escapar de la cárcel que nosotros mismos hemos incluido a nuestra identidad, carcelera de nuestro Ego. Vigilante, sin escrúpulos, que nos susurra e intenta convencernos que solamente veamos lo que él quiere, para que estemos sometidos, y que nos induce a que estemos quietos y tengamos como fin en mente permanecer en nuestra zona de confort, inculcando y quitándonos todo valor y motivación, a través del miedo, para que crucemos el umbral, salgamos de dicha cárcel y experimentemos cosas nuevas y saludables, en base al principio, que remito y de cabecera reside en esta entrada.
Preguntas como ¿Has cometido un comportamiento poco ético en el trabajo? Qué decisión has tomado al respecto, lo has dejado estar, has remediado lo realizado, te has vanagloriado de ello. ¿Has observado algún comportamiento poco ético en los demás y...has hecho/no has hecho nada al respecto? Os inducen algo dichas preguntas. La respuesta de la Regla de Oro, según el autor, es que ¿Nosotros debemos ser honestos a nosotros mismos antes de poder ser honesto para lo demás? esto es cierto, o es una frase sin contenido. Parémonos a pensar y repasemos aunque sea de forma mínima, cómo actuamos al respecto de tales circunstancias. Por tanto, TODO, comienza en nosotros.
Incidamos en cuestionarnos y planteémonos más cuestiones:
- ¿Cómo quiero que me traten? Lo han pensado, sentido o expresado alguna vez. Veamos los interrogantes que se nos hace a los demás, desde esa postura.
- ¿Quiero que me valoren como persona?
- ¿Quiero que me aprecien por lo que hago?
- ¿quiero ser confiable o digno de confianza?
- ¿Quiero ser respetado?
- ¿Quiero ser comprendido?
- ¿Quiero que los demás no se aprovechen de mi?
Estoy en lo cierto, que no solamente una vez, sino más de una, alguna, unas cuantas sino todas las anteriores, en diversa inquietud o situación, han brotado con palabra, obra o pensamiento. ¿Qué hemos sacado en claro? ¿Cuáles son nuestra necesidades?. Es genérico del ser humano y emocional que somos.
Para continuar, en el tema interesante - creo - que nos relata el Sr. Maxwell, dos citas concluyentes. "Respeten a un hombre y el hará el resto" y "El talento es un Don el carácter una elección". Por tanto, se nos propone, en el devenir de la obra, como ejemplo, 10 reglas básicas y formas de actuar, de liderazgo en la organización, de jefes y subordinados, de cultura organizativa, de respeto y formas de entendimiento y trato en el día a día. Se las menciono y piensen si tienen cabida o es literatura sin valor:
1) Si tienes un problema conmigo vengan a hablar conmigo, en privado.
2) Si yo tengo un problema con ustedes yo iré hablar con ustedes, en privado.
3) Si alguien tiene un problema conmigo y va a hablar con ustedes, envíenlo a hablar conmigo, yo haré lo mismo con ustedes.
4) Sí luego de intentarlo ese alguien rehúsa en venir a hablar conmigo díganle, vamos a hablar con él juntos. Estoy seguro que encontraremos una solución y yo actuaré de la misma forma.
5) Presten atención a cómo me interpretan, si tienen dudas vengan a hablar conmigo.
6) Yo también prestaré cuidadosamente atención en mis interpretaciones.
7) Si algo es confidencial, no lo cuenten, excepto sí una persona se va a provocar un daño a sí misma, o quiere dañar físicamente a otra.
8) No leo cartas o notas anónimas.
9) Yo no manipulo, yo no seré manipulado.
10) Cuando esté en duda, hable conmigo y si tengo la posibilidad de aclarar sus dudas, sin engañarle, ni quebrar su confianza, lo haré.
Para mí, impresionante. Da igual el hecho de quién sea la primera persona, y quien sea la segunda. ¿Tendría cabida estas reglas de comportamiento y principio ético, para que fuéramos mejores y nos comportáramos, con honestidad e integridad entre todos? ¿O es irrealizable y una auténtica falacia o utopía?
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