Se dice que el negocio o nuestro cliente es quién debería o podriá definir que es para ellos el valor. Y nosotros como proveedores tenemos la responsabilidad de hacer realidad dicho valor, generándolo. Y por ello, cobramos un precio por dicho servicio si es que nuestra organización es con ánimo de lucro.
Inexorablemente, nos debería la cabeza y nuestro conocimiento plantear algunas preguntas, ¿no creéis?
¿Con generar el valor que nos define el cliente nos deberíamos sentir ya satisfechos? ¿Qué pensáis? ¿Con esto tenemos todo cumplido? O ¿podríamos ir más allá?
¿Si no lo generamos, por qué nos sorprendemos tanto, de que prescindan o cancelen nuestros servicios o bien no vuelvan a comprar nuestros productos? ¿No sería lógico? ¿Qué harías tú sí fueras cliente y te pasara esto? O mejor ¿qué haces actualmente cuando esto te ocurre?
¿No sería nuestra fidelización e ir más allá ayudar a definir y conseguir dicho valor para el cliente? ¿Y si hiciéramos esto de forma continuada? ¿Y sí nuestros beneficios crecieran sólo y exclusivamente si ayudáramos a nuestros clientes fehacientemente a conseguir los suyos?
Sí hiciéramos esto ¿cuál sería la percepción de nuestros clientes?
De esta forma, ¿nuestros clientes con nuestro buen hacer no nos abrirían la puerta a sus propios clientes creando una gran red de valor?
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