Esto va a ser algo corto en su respuesta. Ayer mientras había terminado algo parecido al capítulo cinco de algo que llevo cierto tiempo entre manos escribiendo, me paré un tiempo en reflexionar sobre la cuestión de cabecera.
Y tras de su análisis y posibles respuestas solamente he encontrado una única, que no sé sí estarán de acuerdo conmigo o no, pero es lo que a mí me acontece.
Sé permite dicha incompetencia negligente porque el responsable, jefe o personal que tiene personas a su cargo es igualmente incompetente negligente o su grado aún es superior si cabe.
Todos somos incompetentes - si no que levante la mano aquel que no lo sea - porque no tiene razón de ser ni nadie sabe de todo. Ahora la negligencia y el utilizar la autoridad formal para sostener el grado de incompetencia no debería estar permitido ni directa ni indirectamente porque esto causa tal degradación y metástasis en la organizaciones que pueden ser el origen y el fin de las mismas. Y cuando se den cuenta de ello, puede que sea demasiado tarde.
Cuánto mayor sea el puesto que ocupa dentro de la organización ese profesional cuya actitud es de incompetencia negligente, con mayor velocidad y precisión podría iniciarse dicho ocaso llegando a todos los rincones y lugares de la misma. Es sin lugar a dudas un virus sin cura.
Cuánta razón tienes Luis.
ResponderEliminarEl problema es que, como buenos agentes infecciosos que son, lo ocupan todo, por todas partes y se alían entre ellos, para protegerse, para ocultar su debilidad, su incompetente negligencia.
CIO
Es bueno descubrir la causa raíz. Pero lo importante, es hacer borrón y cuenta nueva y dar una solución indefinida y permanente para que la cosa se erradique y la enfermedad se cure. Sino, eso hace como he dicho desaparecer a las organizaciones, antes o después.
ResponderEliminarPor lo que visto, una vez la causa y sus efectos lo que hay que hacer es ponerse manos a la obra. Si no, el destino es inevitablemente conocido.