"En toda organización hay una persona que sabe dónde van los tiros. A esa persona hay que descubrirla y echarla, pues de lo contrario la organización no puede funcionar"
Sobre todo en empresas burocráticas, verticales, reinos de taifas, en el que el descontrol, la falta de criterio y la cultura de Peter y de su negligencia están al orden del día. Claro, llega alguien, con sentido común, práctico, sistémica, holístico, transversal y en un par de días le pueden ocurrir varios sucesos.
Uno que se vuelva loco. Dos que se vaya, porque un Knowmad viene a aportar con criterio, creando una cultura del conocimiento, sin horarios, con creatividad e innovación. Tres, que desde el primer día las zancadillas, las puñaladas, las trampas y otros serán el orden del día por intentar cambiar un status quo tan arraigado que no hay ser viviente que pueda con él, salvo cuando la empresa muere.
Porque ya hemos comentado que la enfermedad en las organizaciones cuando existe está tan arraigada metastásicamente que es imposible darle ningún tratamiento. Y en vez, de aprender del que viene, con nuevos criterios, ganas de trabajar y cambiar cada día, lo que se hace es una conjura para que echando al nuevo, vuelve la calma y el sosiego para todos. Tanto para la empresa como para aquellos no profesionales.
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