martes, 22 de julio de 2014

ConóceTE: Hoy una de Gerard Duelo

"Los buenos asesores son caros, pero los malos aún más"


La asesoría o la consultoría puede ser extremedamente cara. Pero sí es necesaria, puede que sí el resultado es eficiente y satisfactoria vale la pena invertir en ello. Pero lo que realmente no tiene ningún sentido, es invertir dinero para tirarlo por el retrete, cuando se contrata más que por el conocimiento y experiencia muchas veces por el nombre.

¿Qué ocurre entonces? En muchas ocasiones nos dejamos embaucar o seducir por la marca más que por el valor que nos puede generar dicha asesoría o consultoría. El resultado, es que a veces, no hay resultado. Y nos hemos gastado una cantidad ingente de dinero, que podíamos haberla invertido en otros proyectos u otras actividades que generaran valor a la empresa o a nuestros clientes y nos hemos cargado con un trabajo tanto interno como externo, que ni a lo corto a merecido la pena.

El asesor o su empresa, se lleva el dinero y nosotros nos quedamos como estamos. Seguro, que sí se pararan un segundo a pensar, recordarían en primera persona o tercera, algún caso, de norma, pre-proyecto, servicio o assessment que ha traído como resultado lo indicado.

Por ello, hay que elegir bien y eso se hace haciendo una buena estrategia y planificación. Y sabiendo dentro de nuestro presupuesto en qué nos gastamos nuestro dinero - mejor dicho el dinero de nuestro negocio - y para qué y por qué nos lo gastamos. Gastar o dedicar un pelín de tiempo antes de nos puede repercutir en que nuestra inversión o su ROI surta efecto así como el resultado que buscamos.

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