viernes, 27 de noviembre de 2015

¿Por qué no se nos enseña a respetar todo aquello que es diferente?




Ayudado por una de las cosas más preciadas que tengo, mis hijas. Ellas plantean al sistema educativo seis asignaturas básicas que debería tener la enseñanza.

Mi peque, Gabriela, plantea al sistema educativo ¿Por qué no se le enseña a Aprender?. Tenemos ya claro que es lo que deberíamos aprender. Una vez tenido en cuenta esto, por qué no se enseña el proceso de aprendizaje para que le sirva para toda su vida. Enseñar a Aprender. Enseñar a Des-aprender. Enseñar a re-aprender. Diferentes casuísticas que considero necesarias y básica para la vida.




Mi hija mayor, Nerea, plantea la segunda cuestión o asignatura. ¿Por qué no me enseñan a hacer preguntas? Lo comentó hace poco. Aprender consiste en plantearse preguntas que desafíen qué hacer hoy. Desde el presente y con proyección al futuro. Eso, hace cuestionarse todo. No dar nada por hecho. Permite fluir con el cambio. Amoldarse de forma líquida al devenir. Desarrollarse. Crecer, sin lugar a dudas.



Gabriela vuelve a la carga, con la tercera. ¿Por qué no se me enseña a Pensar? Le han enseñado a ustedes alguna vez qué es y para qué sirve esto. ¿Durante el periodo de cada día, cuánto tiempo dedicamos a pensar sobre lo que sea? ¿Hacemos algo de esto? 

Si lo pasara al terreno profesional, yo dejaría que mi personal de las ocho horas de la jornada, dedicara una a pensar. A pensar cómo hacer mejor las cosas. A pensar en qué podría el mejorar su rendimiento y efectividad. A pensar en sus sueños y objetivos. A pensar en los desafíos y retos que seguro yo les propondría. Y hacerlos realidad. Sí cada uno, dedicara su tiempo y mejorara algo en un año y sumáramos la de todos los empleados sería alucinante, los resultados que tendríamos. Esto capacita la cultura organizativa. La fidelidad. La profesionalidad. No lo olviden. ¿Dediquen tiempo a pensar?




Nerea, nos transmite en la cuarta la importancia que a cada uno de nosotros, se nos ayude a descubrir nuestros talentos. Nuestra capacidades. Y que enseñemos el camino de potenciarlas y desarrollarlas. Es fundamental. 

Peter Barr explica que todos nacemos genios, con un potencial innato, que a veces se desarrolla y otras no, por circunstancias de la vida y por influencias de nuestro entorno donde crecemos, por nuestros padres, nuestros maestros y de la sociedad en la que vivimos. ¿Por qué hemos olvidado que el DON más grande, que tenemos desde que nacemos, es nuestra libertad para elegir? Espero que ustedes no lo olviden nunca. 




La quinta asignatura obligatoria sería ¿por qué no se enseñar a compartir en vez de ser competitivos? Desde la guardería nos inducen a que el primer verbo que nos enseñan es compartir. Cuando estamos con nuestros pequeños en el parque, les inducimos a que se comparta todo. Pero la verdadera realidad, lo que se enseña es a ser competitivos. A ser más que lo demás. ¿Cuál es el problema?

El problema estriba es que después de años y años lo hacemos inconsciente el tema y luego cuando nos ponemos a trabajar nos dicen que tenemos que trabajar en equipo. Entonces, ¿A qué estamos, a compartir o ser competitivos?

Un caso curioso y se ve a mi hija con una amigas del cole celebrando una victoria. Qué gran día y que aprendizaje nos dieron a los padres. Las niñas llevaban con una actividad extraescolar practicando semanalmente. Voleibol. Y se presentó la asistencia a un torneo con otros tres colegios.

Sin saber el nivel de las mismas, de las 10 niñas que iban habitualmente. Solamente se presentaron cinco. El resto de equipos parecía que la edad era superior y en principio los padres íbamos más de apoyo a las niñas por sí les daban una paliza en el juego. Su profesora, nos reunió a todos los padres y nos indicó, despídanse de las niñas porque las próximas cuatro horas solamente existiré yo y ellas. Solamente dedíquense a estar en la grada y animar sin comentar ningún nombre de las niñas.

Nos quedamos un poco flipados. Pero bueno, lo hicimos. Las niñas cada vez que ganaban un punto lo celebraban. Pero cada vez que una niña fallaba el grupo la rodeaba y la animaba para la siguiente vez. Y la profesora aún más. El resultado fue que ganaron los tres partidos. El torneo. Y nos dieron una lección a todos, de cómo se gana en equipo aunque en principio tenían desventaja.

Donde se vió aún más la lección. En dos entrenadores de los otros equipos. Cada vez que fallaban gritaban a las niñas. En cambio, la nuestra, daba indicaciones y animaba motivando que la siguiente vez, se haría mejor y bien. Lo dicho. Todo una lección de cómo se trabaja en equipo y de como se lidera un equipo.



La sexta y creo que la más importante de las asignaturas que debería ser obligatoria para nuestros peques. Es la de respetar el ser diferentes. Al que es diferente. Y aportarle todo nuestro calor, motivación y entusiasmo para que junto con las otras asignaturas, despegue, explota su diferencia y empieza a dar sus primeros pasos hacia ese gran propósito para el que hemos venido a la vida. 

Respetar el ser diferente  

Con nuestros recursos y capacidades podemos generar un grano de arena o una gota de agua y, junto con la de todos podemos generar un gran desierto o un gran océano. Piénsenlo. A lo mejor, de forma particular no se puede. Pero de forma conjunta, la sociedad puede conseguir con consenso todo lo que se proponga si ello se hace para el beneficio de todos.




Ya que si no hacemos algo al respeto. Puede que nos ocurra lo de Matrix y, ya no hará falta aprender ni conocer ya que todos podremos disponer del mismo sin esfuerzo para lo que necesite el sistema. ¿Quieren esto para ustedes o para sus hijos? ¿Para la sociedad?

Continuará, ...cambiando de tercio y viendo el tema de aprender de la experiencia y del error dentro de nuestras organizaciones.



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