Hablamos y hablamos del valor. Pero como muchas veces no preguntas al cliente por él es difícil encontrarlo. Por qué no encontrar el valor, calculando y eliminando todo aquello que no lo genera.
La disponibilidad se calcula a través de la indisponibilidad que se produce en los servicios.
Por qué sí queremos encontrar una aguja en el pajar, hacemos por no buscar la aguja y retiramos toda la paja.
Sí aceptamos esto. Por qué para generar valor a los clientes dejamos de enfocarnos en el valor y nos ponemos manos a la obra para retirar todo aquello que no lo genera.
Es un buen punto de partida. Es una forma de optimizar. De mejorar de forma continua. Es una forma de ir incrementando la eficacia, efectividad y eficiencia a medida que estandarizamos y vamos puliendo los procesos entre todos.
Cuando tenemos problemas. Muchos de ellos no somos capaces de resolverlos porque ante la amplitud al principio del mismo, no sabemos por dónde meterle manos en su principio. La forma de ver, de actuar, de generar hábitos, de crear una cultura de servicio, no se puede hacer posible de la noche a la mañana.
Necesitamos comenzar con una inercia y no perder ese foco. Así que, por qué no te quitas de la cabeza el valor y eliminas todo aquello que no lo genera. Y mides junto a la percepción de tus clientes dicha mejora, puede que encuentres el camino a seguir.
Siguiendo con algo comentado, decía un famoso detective de ficción, que una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad. ¿Y si lo aplicamos a lo que Nacho escribe?. Una vez descartado lo que no sirve, lo que obstaculiza, lo que queda, por mucho que nos pese, es lo que realmente genera valor
ResponderEliminarQué grande que eres Gonzalo. Ya me dirás el lugar donde invitarte a las cervezas correspondientes por tu comentario. Muchas gracias.
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