El Outsourcing te da como te quita. Pero el Servicio, es diferente. Es algo más, que sólo aquellos que viven en él, saben de lo que hablo. En el primero, todo vale. Pero en el segundo, sólo la calidad, el valor y tú posible vocación lo hacen especial y para siempre. Eso hace que sea tu referente y tu amigo de lizas y oportunidades. De retos y desafíos. De aperturas de puertas hacia un lugar donde tu forma de hacer te permita tener la facultad: "Ser servicial para siempre".
A veces, las reglas del Outsourcing no se entienden. Y si por ende ocurre lo mismo con el servicio, no hay ni una cosa ni la otra. Solamente volvemos a nuestro bien amado parque de bomberos.
Imaginemos que dentro de esas reglas las jugáramos por analogía con una baraja española. Donde dicha baraja fuere la "infraestructura" y los cuatro "palos" de la baraja fuera diferentes líneas de servicio. Y cada carta fuera un servicio donde su criticidad fuere establecida de prioridad alta hacia la baja en base al valor de la misma. Los ases, los treses, las figuras - reyes, caballos y sotas - y así en modo descendente.
Pero a todo juego, nos es necesario su norma - sus reglas - para poder proceder de la mejor manera posible. Sigamos imaginando y para un juego llamado Outsourcing durante una serie de años, su adaliz sería quién jugara mejor al Tute. Algunos solamente pensarían en ganar. Otros solamente en jugar. Y otros en aprender en cada una de las experiencias para ser mejor profesional sea o fuere el Tute o en ese arte del management llamado servicio.
Pero el outsourcing como el servicio, tiene unas premisas establecidad de durabilidad, plazo y tiempo, para adecuar no solamente a las nuevas propuestas sino para evaluar sí el proveedor de servicio ha hecho bien su trabajo. Si los profesionales de ese proveedor de servicio han realizado una labor excelsa de eso que llamamos generar valor y tener la calidad y la seguridad del dato en cada actividad que han realizado durante ese periodo de tiempo.
Llega la hora de renovar. El Cliente, quiere cambiar de juego. Ahora quiere abandonar el Tute y embarcarse en otro juego como puede ser el Mus. Y a veces, no sé si por desidia, falta de gestión y gobierno, no saber o solamente ver el beneficio más que el hacer o seguir haciendo las cosas bien en el cliente, el proveedor no se adecua a las necesidades.
El ganar o no una RFP para poder cambiar de juego o jugar de primeras al mismo, debe ser un ejercicio de responsabilidad y de demostrar de forma fehacientemente que se sabe o uno sabe de la actividad que le produce o le provoca ingresos desde sus clientes.
Si uno gana la oportunidad de jugar. No sirve con conocer la baraja que en este caso es la misma. No sirve con considerar que el personal que jugará a ese juego son los mismos. Lo crucial y fundamental para estar en disposición de realizar una labor eficaz, efectiva y eficiente es en primera instancia, saberse al dedillo por todos las nuevas reglas del juego. Y digo todos, desde el primero al último. Sino, a las primeras de cambio todo el esfuerzo realizado durante años jugando al tute se puede ir de un plumazo por perder más que por las circunstancias, por no saber jugar o no saberse las nuevas reglas establecidas.
Así que sí quieres tener ciertas condiciones de éxito y sí quieres que tú gente proporcione el mismo valor que se presupone que se generaba haz por saber las reglas del juego, cuestiona todo y dedícate aprendido esto a seguir teniendo esa vocación de ser servicial e intentar hacer con calidad todo lo que caiga en tus manos.
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