lunes, 27 de octubre de 2014

¿la comparación impide el aprender?

¿Qué has sacado? yo una C ¿Y tú? Una A+.

¿Es cuestión necesaria y suficiente para que la segunda persona sea más inteligente y tenga más conocimientos que la primera? 

Mi respuesta rotunda, es NO. En cambio, para el sistema, es sí o depende. ¿Qué requiere el sistema de educación? Lo que requiere, es la necesidad o lo que necesite para que se cumplan las políticas y estrategias del  sistema inmediatamente superior o que gobierna. Esto está totalmente claro.

Este sistema, para cumplir con sus objetivos, lo que requiere al sistema de educación, es un tipo de perfil, para que las personas que se hayan en él, lleguen a dónde este quiere llegar. Es una auténtica fábrica de personas. Es una línea de montaje, en el que las personas que están por encima o por debajo, se desechan. Y con lo que se queda, prometiéndoles un futuro bienestar social borreguil, a el resto de la personas que cumplen con lo establecido.

Por ello, en vez de enseñar a pensar lo que se solicita es teniendo claro el perfil que se requiere, a través de una calificaciones o notas, saber quién se va introduciendo en el sistema como oveja y, quién no sirve por estar por debajo de esa cualificación y quien jamás se convertiría en oveja. Por ello, los grandes genios, ven que la enseñanza, no les motiva nada y, prefieren el autoaprendizaje. No se basan en títulos ni certificaciones, sino se basan en conocer, en hacer, y ser diferentes en base a su vocación, su camino o sueño. Y esto una vez aprendido o asimilado es un punto de no retorno. No hay marcha atrás. Y realmente, los resultados los avalan.

El resto de la gente, se pasa, por ese viaje hacia el bienestar o maná prometido, años y años, creyendo que aprenden algo, pero solamente les entra aquello que el sistema le es necesario que conozcamos para hacer los mínimos: "Balar".

De ahí, que toda comparación impide totalmente aprender. Quítate las telarañas de tu conocimiento. Y recuerda, cuál fue la razón por la que caminaste. Gateaste. Te pusiste en pié. Todo ese esfuerzo y dedicación venía dado, de conseguir algo que tu necesitabas. Que tú querías conseguir. Por ti, no por lo demás. 

Cuando recibimos las notas, las calificaciones, lo que estamos centrados en ver quien pertenece a la manada, y quién está fuera de ella. La manada se encarga de arrinconar, de echar, de menospreciar sin mucho esfuerzo, a aquellos que piensan y hacen diferente.
¿Tienen hijos? ¿De qué edad? Echen un vistazo hacia atrás y ver lo que hacía y lo que hacen actualmente. Se les ha ido la chispa de los ojos cuando quieren conseguir algo. Van con la cabeza erguida, o van al tran-tran al sol de la música que les marcan de forma diaria.

Reflexiones, piensen, vean y verán que lo que les comento no es ninguna broma. Y los hilos a modo de marioneta - invisibles - nos manejan perfectamente a su antojo. Ustedes mismos. Sabiendo y viendo esto con sus propios ojos, ¿qué van a hacer? ¿Harán algo? ¿O seguirán pastando? 

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