Educación Financiera: Outsourcing

Hoy comienza un nuevo curso escolar, con el objeto de intentar enseñar nuevos conceptos, aprendizaje y conocimientos a las personas que están en edad de ello, en colegios, institutos, universidades o lo que sea. Pero ¿cuánto de ese conocimiento realmente será utilizado en nuestra vida real?. ¿Son realmente efectivos y eficientes para las personas esos planes de estudios? Por mucho examen aprobado, ¿cuántos de ustedes podrían resolver esas integrales triples que alguno hemos sufrido en algún momento?. ¿Cuánto de lo enseñado o qué porcentaje del mismo, podríamos decir que lo hemos podido utilizar antes o después en nuestra vida real? Creo que poco; muy poco. Y esto debería dar que pensar. O mejor dicho, puede que si nos hubieren enseñado a pensar y a aprender a aprender, puede que nuestra vida, propósitos, objetivos y sueños, se podrían haber llevado más a la realidad sabiendo las posibilidades y probabilidades reales de saber qué y cómo generar oportunidades.

¿Qué enseñanzas hemos dispuesto, salvo en máster o doctorados u otros, referentes a la educación financiera? Todo profesional que se tercie que haya montado su negocio, sabía o es cuándo ha aprendido, sobre ingresos, gastos, activos, pasivos, flujo de caja, líneas de financiación, etc,. ¿Creo que para lo que significa el dinero en nuestras vidas, debería ser una asignatura obligatoria desde primaria?

Pero, como no hay nada como el ejemplo, por qué no hacemos el ejercicio ya que somos profesionales de TI, sobre lo que significa esos conceptos referente al bien amado Outsourcing. Sabemos lo que significa, sabemos la verdad, nos lo han contado alguna vez, bueno, por si acaso, veamos un caso. Puede que sí supiéramos los objetivos del mismo y nosotros como posibles interlocutores que nos depararía; puede que tomásemos otro tipo de decisiones a la hora de formar parte de ellos y podríamos haber buscado otro tipo de negocios, trabajos, con un mejor porvenir o futuro.

Antes como premisa comentar lo que muchas veces he comentado. El conocimiento lo tenemos las personas. Las empresas para obtener sus resultados contratan nuestras fortalezas - nuestro conocimiento - y lo pactamos a través de un contrato. El mismo permanecerá vigente mientras que ese conocimiento genere o sea un medio para obtener dichos resultados comentados. Por esa razón las personas somos prescindibles en cambio el conocimiento de las mismas para la empresa NO. ¿Por qué? pues sencillo, el conocimiento perdido jamás se puede recuperar, se podrá sustituir por otro, pero eso tendrá un gasto y un coste en tiempo, que será mayor que haber apostado por la persona, por su talento y por sus capacidades para generar valor y resultados para la empresa.

Dicho esto, entremos en el dorado que ha representado y que representa, el outsourcing para la empresas, no así para las personas que participan en el, en la prestación de un servicio. Imaginemos un posible servicio que viene referenciado con una RFP. En la misma, se detalla el servicio a prestar y el montante económico que la empresas pagará por dicha facturación. Por ejemplo para dos años, 200.000 € para tratar números redondos. Aunque pueden comentar el tipo de perfil que va a prestar el servicio o el número de ellos, en principio para el ejemplo no lo tendremos en cuenta. Imaginemos que no tengo perfil en mi empresa y, una vez obtenido y ganado el concurso, es el momento de contratar perfiles para dicha prestación.

Sigamos imaginando como premisas, que para la prestación del servicio voy a necesitar cuatro personas y vamos a ver a alto nivel como se juega con esto. 100.000 € / 4 personas/año tendré unos 25.000 € por persona. Si contrato a cuatro personas a 25.000 € cada uno, ingresos - gastos reportaría un beneficio de 0 € y cuyos riesgos, implicaciones en la prestación y posibles penalizaciones por la falta de calidad en dicha prestación.

Pongamos el caso, que esta empresa dispone que demanda de cuatro puestos de trabajo, que sin entrar en detalle de las capacidades tangibles e intangibles, conocimientos, experiencias y demás, está dispuesto a pagar como bruto anual unos 14.000 € por persona por la dedicación y tiempo en jornadas de trabajo de 8 horas por jornada, en tantas jornadas al mes y año, incluidas pagas extras y vacaciones. Para la empresa su gasto no es este. Hay que sumar el 33% de seguridad social. 14.000 € + 4.620 € = 18.620 €. Y puede que haya gastos de infraestructura o de disponer a dicho personal de portátiles, pc, móviles, etc,. y por tanto, redondeamos al gasto por cada empleado para dicho outsourcing es de 20.000 €. 

Tenemos que ver las políticas de las empresas en esto del outsourcing en cuestión del beneficio por perfil que quiere disponer. Si fuera por ejemplo del 25% - en la realidad este % puede ser escandaloso. Por tanto, al cliente, le tiene que facturar por cada uno, unos 25.000 €. Por tanto, en principio cuadra con lo que el cliente va a pagar, con la política de la empresa y todos contentos. A excepción de la persona, y de la actualidad y dependiendo de lo que el mercado marca que debería cobrar el perfil con su CV, cuánto lo hacia antes o después. Eso ya el mercado. 

Si el cliente en esos dos años recibiera el valor y los resultados apetecidos, pues inclusive, podría haber renovaciones de dicho contratos, o nuevas oportunidades en nuevos proyectos, servicios o aumento de prestaciones en los que ya estén vivos. Pero planteémonos cuestiones.

Si dentro de los 100.000 € que paga la empresa al proveedor, están incluidas las horas extras por intervenciones. Y espero que esto el comercial de turno o el que haya analizado la RFP inicial, lo hubiera tenido en cuenta, por que luego el marrón se lo pasa a los que lidian en real con el proyecto o proveedor. ¿qué ocurre? 

El servicio está compuesto por cuatro personas. ¿Si por las razones que fuere estas cuatro personas no pueden prestar por la carga de trabajo y se necesita incluir una más, dónde van los beneficios de la empresa por el servicio prestado? ¿Sí dentro del contrato de las cuatro personas no están incluidas horas extras por trabajos fuera de la jornada de trabajo y están suben, qué le ocurre al beneficio de la empresa? ¿Qué ocurre si el cliente está contento después de dos años de servicio pero su presupuesto debe reducirlo un 20% aceptará con las mismas condiciones la empresa proveedora? ¿Le bajará el sueldo a los empleados que han realizado perfectamente su trabajo, generando valor? ¿Los sustituirá por otros más baratos, aunque afecte a la calidad, con tal de que la política de beneficios siga estando en el 25% por perfil?

Si los empleados, son auténticos profesionales y han dado un servicio perfecto. A menos que haya subida de tarifas, jamás le subirán su sueldo. ¿Por qué? Porque va en contra de todos los números, estrategia y política del proveedor y del ejemplo planteado. Por tanto, ven la razón por la que los profesionales en muchos casos, se dedican a hacer lo mínimo exigido. Si no van a tener ninguna recompensa por realizar unos resultados excelentes y muy por encima de lo que esperaba el cliente, esto no servirá de nada, a menos que el cliente pague por ello. ¿es por eso, la razón por la cuál las personas con talento se van? Ahora menos por que las cosas no están para tirar cohetes.

Por lo que en tiempos de vacas gordas era un auténtico negocio. Aún lo es. El problema surge cuando viene la época de vacas flacas. Ya que como no se hayan hecho los números correctos, se puede producir perdidas, de servicios, de proyectos, de cabezas de personas responsable de los mismos u otros, inclusive desaparición de empresas. 

Aunque la cosa está explicado con una expresión para que todo el mundo lo entienda si no lo sabía ya. Me quedo con un apunte último. Si las circunstancias actuales de personal en paro está en las cifras que todos conocemos. Sí mucho de dicho personal, es personal cualificado, en capacidad y experiencia. ¿Cómo es posible que desde las empresas se diga que no encuentran personal que se adecue a las nuevas demandas del mercado?

La respuesta es sencilla. Claro pretenden pagar 20.000 € por una persona tri-lingüe - no significa que disponga de tres lenguajes en su cavidad bucal - dos máster, tres carreras y 10 años de experiencias y otras premisas que viendo y hablando con personal de RR.HH. sobre lo que se pide es totalmente escandaloso. La cuestión es que la actualidad es la que hay y puede que gente se tenga que adecuar a dichas necesidades. Mejor algo que nada. Se podría completar con muchos más datos este ejemplo, que espero que les sea de provecho.