Páginas

miércoles, 11 de marzo de 2015

¿Cuál es el problema de los Problemas?



Para mí no hay duda. El problema es la carencia del espíritu interior para embarcarse con entusiasmo a la resolución de los mismos. Las recompensas no valen, porque esto tiene que crear hábito, ser algo de nuestro día a día. Y las recompensas en poco y sin ese entusiasmo se convierte en poco en algo efímero y se vuelve a la etapa anterior.

La vocación, el desafío y el reto, de tomar medidas para resolver los problemas por una inquietud, por voluntad, por querer hacerlo o el hecho de hacerlo, eso nace y se mantiene desde el interior. Y sin que uno lo quiera profundamente no echará raíces y menos buscas sus causas.

El problema es que en nuestra profesión nuestro desarrollo profesional se puede quedar atascado y quedarnos en un acto de hacer reactivo, a la espera que nos vengas las cosas más que ir a buscarlas. Esa pro actividad , ese hacer por espíritu y sin recompensas nos destina inexorablemente hacia ese proceso de mejora continua que nos desarrolla y nos capacita con cada actividad que hacemos sobre esta temática y con esa forma de hacer.

Por tanto, piensa lo que haces y disfruta encontrando esos por qués, dónde, cuándo, cómo, qués y de quién y haz lo posible por darle un solución. Sea en un primer momento temporal. Luego permanente.




2 comentarios:

  1. Y que cada vez se promulgue mas esa falta de espíritu, que se consiga un rebaño mas y mas grande, con mas miembros.... A veces me despierto soñando que estoy en un mundo lleno de ovejas, para despertarme dentro de un rebaño aun mayor...."¿No oyes balar a los corderos, Luis?" (hasta rima con Clarise....¿coincidencia?)

    ResponderEliminar
  2. Puede, quien sabe. O nos ponemos un cascabel y nos convertimos o nos ayudamos para no caer en dicha trampa y ayudar a otros.

    Lo importante es no caer y perder nuestros sueños, hay que intentar alguno hacerlo realidad. Así en vez de ovejas veremos nuestro espíritu interior satisfecho.

    Gracias por comentar.

    ResponderEliminar